Viaje a Jerusalén

Aún siendo “Viaje a Jerusalén” el eje central de la Trilogía de Tierra Santa de Pierre Loti, este es el texto más débil en comparación con los otros dos; “El desierto” y “Galilea”, y no por el estilo en sí, que sigue siendo extraordinario, Pierre Loti es un muy buen escritor, sino porque en “Viaje a Jerusalén” el Loti que se nos retrata está demasiado imbuido por la religión.

A finales del siglo XIX, que es cuando hace el viaje, la ciudad bíblica atraía ya a multitud de peregrinos de todo el mundo. Jerusalén era una ciudad sagrada, una ciudad de profundo significado religioso, pero también era una ciudad donde todas las religiones se peleaban por ser las dueñas de un culto que a todos pertenecía. Loti buscaba en Jerusalén el verdadero sentimiento cristiano, pero lo que ve le desilusiona. La mítica ciudad ya estaba tomada por las hordas turística y los carruajes de la agencia Thomas Cook. Loti no disimula su enfado ante la bulla de los ociosos excursionista que llenan hoteles y caravasares.

Al parecer, Loti había caído o estaba a punto de caer en una profunda crisis religiosa. Se debatía entre el cristianismo y su amor al mundo árabe, incluida su religión, a la que respetaba profundamente.

A Loti le ocurrió con Jerusalén lo que a José María Gironella cuando la visitó en 1978, que tuvo que luchar con sentimientos encontrados; lo que anhelaba descubrir y lo que encontró en realidad. Esa dicotomía le trastocó sus creencias. Afortunadamente para nosotros, Loti, aún desilusionado continuó con su viaje, pero para Gironella, un viaje turístico de pocas semanas se convirtió en una larga estancia de varios meses en la ciudad hasta resolver sus dudas. de esta estancia surgió un libro de culto sobre Jerusalén; “El Escándalo de Tierra Santa”, publicado en 1978.

A pesar de lo dicho, tenga por seguro el lector que este “Viaje a Jerusalén” no va a defraudar ni hará cambiar la alta opinión que el escritor nos dejó en sus otros libros. Es más, sentiremos más respeto por su figura. Por lo menos a mí así me ha ocurrido. Sigo admirando este descubrimiento de autor, así que, buscando en librerías de libros antiguos, he encontrado otro “Supremas visiones de Oriente”, que ya he comenzado y enseguida ha vuelto a aparecer el Loti magistral, erudito, enamorado de oriente y que da gusto leer.