Dicen las malas lenguas (y también las buenas) que Madama Crisantemo es el germen de Madama Butterfly, pues Puccini basó su ópera en el cuento homónimo de John Luther Long, y éste tomó como base a "nuestra muñequita" Crisantemo. Hay menos tragedia en la historia, pero mucho más delicado realismo: un matrimonio temporal arreglado a cambio de una cantidad previamente estipulada; una vida en común con una exótica muñeca de la que Loti se cansa rápido, cosa que a ella tampoco le importa; amores cruzados, pero que ni tocan ni lastiman demasiado a nuestros protagonistas; unas descripciones de Japón muy propias de un occidental, oníricas en ocasiones, simples y ramplonas otras. La edición de Ediciones del viento es maravillosa y yo sabía que no iba a encontrarme la romántica historia de la ópera, quizá por eso me interesaba más leerlo. ¿Lo mejor? Esa Crisantemo jugando con las monedas y comprobando que son buenas tras haber sido compensada por sus servicios. |