Moriré antes que las flores

Me llamó la atención que la protagonista fuera una anciana exiliada… y además es una editorial que me gusta mucho en cuanto a elección de títulos y a la presentación del libro en sí: el formato me parece una auténtica monada.

El caso es que tenemos a Livia, una escritora por encargo (autora fantasma, negro, como queráis decirlo, en el libro se usan todos los términos) a la que han contratado para escribir la biografía de Ada, una anciana con bastantes achaques que tiene un pasado fascinante y doloroso a partes iguales, y que se va desgranando poco a poco a lo largo de la historia.

Inicialmente, nos sentimos casi tan perdidos como Livia, pues Ada es ultra impertinente y la trata de ignorante prácticamente el cien por cien del tiempo, pero sí es cierto que a la señora se le acaba cogiendo cierto aprecio; si bien no comulgo con eso de que a la gente que ha sufrido –y principalmente a la gente mayor- “hay que perdonarles” los malos modales o determinada forma de comportarse… ostras, empatizas por narices con esta mujer, salvo que seas un bloque de cemento.
Al principio me costó cogerle el punto, me hinchaba las narices el comportamiento que tenía para con Livia, por muy hecha polvo que estuviera por su edad y demás, pero sí es cierto que a medida que avanza el libro necesitaba saber más sobre ella, aún sabiendo que iba a doler, que se me iba a formar un nudo en la garganta. Por lo que cuenta y por cómo lo cuenta la autora, joder, qué elegante es escribiendo esta mujer; hay partes que de verdad te encogen el estómago, sobretodo porque sabes que son cosas que han sucedido de verdad, que la Guerra Civil realmente no ha sucedido hace tanto tiempo, que tenemos incluso gente cercana viva que nos puede corroborar muchas de las barbaridades que leemos aquí.

La Guerra Civil, al igual que las Mundiales y periodos bélicos de este tipo, siempre me llaman la atención, siempre quiero leer sobre ello y conocer más, aunque lo paso fatal –más con la Guerra Civil porque toca más cercana y creo que gran parte de nosotros podemos reconocer a alguien de nuestra familia en algunas de estas páginas-. Me lancé a por este de cabeza, además el hecho de ser contado por boca de alguien exiliado me interesaba bastante.

La historia de Ada se va entrelazando con algunos personajes secundarios que conviven con ella de alguna forma u otra, dentro o fuera de su caserón segoviano, de manera que tenemos de vez en cuando algún kit-kat que le viene muy bien a la trama, quedando además muy bien hilada y generando esa necesidad de avanzar en el lector para seguir conociendo a la anciana.

Un acierto, dentro de mis habituales elecciones a ciegas. Me ha gustado un montón la forma de escribir de la autora y me ha encantado la historia, que además se lee súper fluida y tiene diálogos realmente potentes.
Muy recomendable.

Enlace: http://locaporincordiar.blog..

Cuando Livia acepta un trabajo en un pequeño pueblo segoviano de la sierra de Guadarrama no imagina todas las implicaciones que traerá a su vida.

Durante unos meses se encargará de recopilar las vivencias de Ada, una mujer anciana que quiere elaborar su biografía.

Aunque las descripciones al principio me hacían más lento el ritmo de la lectura, una vez que te sumerges en la historia, te atrapa totalmente y el ritmo se va incrementando. Además, tiene un tono de misterio que ayuda a crear esa expectativa de cómo será el final.

En esta historia se entremezcla el pasado con el presente, conviviendo en un espacio común compartido entre estas dos mujeres a través de la narrativa. Ada de viva voz y Livia con la escritura.

Y no es fácil para Livia este trabajo. No solo porque intenta no implicarse emocionalmente, con lo difícil que eso puede ser si estás recopilando las experiencias vitales de otra persona sino porque Ada no es una persona de trato amable. Cortante, autoritaria, fría… llegando a exasperarte que Livia siga trabajando allí sin poner límites.

Me ha sorprendido el enfoque que da de la guerra civil, creando un relato diferente a lo que he leído antes. No solo en cuanto al fondo sino a la originalidad del planteamiento. Conocer a través de las vivencias de Ada lo que supuso este momento histórico hace que llegue aún más.

Una novela muy interesante, la primera que leo de Eva Losada (anoto en mi lista de libros pendientes sus otros títulos, para el futuro).
Es la historia de un encuentro, entre la anciana Ada (una mujer que sufrió las consecuencias de la guerra civil y el exilio) y la joven Livia, enviada por el director de su editorial para que recopile y escriba las memorias de la anciana. A lo largo del relato vamos conociendo el periplo vital de Ada, sus orígenes, sus luchas, sus secretos. Y también los de Livia, que intenta hacer su trabajo sin implicarse emocionalmente en la historia de Ada. Sin éxito, por cierto...
Una historia sobre la memoria propia y colectiva (confieso que en algún momento me temí que fuese otro relato más de la condenada guerra civil, pero es mucho más que eso), sobre la importancia de los recuerdos, sobre el hilo que nos une con nuestra familia y nuestros antepasados. Y también sobre el propio arte de escribir, que puede ser un drama o una tabla de salvación.
Muy bien escrita, con una prosa muy cuidada, dosificando muy bien la información para mantener la intriga a lo largo de la trama. Ambientada con maestría, narrada con una voz muy sugerente, con una gran sensibilidad para mostrar la vida interior de los personajes, sin caer en la sensiblería ni en el tópico fácil. Te hace reflexionar, sin moralismos, sobre la culpa y el perdón, sobre el dolor, sobre la capacidad de contar nuestra propia historia a partir de las experiencias vividas. Muy recomendable. Gracias, Eva Losada, por esta gran historia.

Livia recibe el encargo de la editorial para la que trabaja de ir a una casona en Segovia y escribir lo que Ada le cuente.

Y lo que le cuenta es su vida despues de la Guerra Civil, como de niña huyó sola de España, su estancia en Argelés-sur-mer, en la maternidad de Elna, en Inglaterra donde estaba su padre rodeado de artistas e intelectuales , su vuelta a Francia, y su regreso definitivo a la casona de Segovia. No sólo datos históricos sino que nos habla de sus sentimientos y de lo que todo eso influyó en su vida.

Y también Livia contará sus sentimientos, sus emociones y su vida que tampoco ha sido fácil.

Las dos mujeres van poco a poco mostrándonos sus vidas y lo que a lo largo del libro parece que son flecos sueltos y te dejan expectante por saber a donde quiere llevarnos y vemos como va generando dudas y desconfianza, cuando llega el final queda todo atado y se comprende todo perfectamente.

Dolor, exilio, rupturas y las consecuencias que los hechos ocurridos durante la guerra provocan en las familias durante varias generaciones.
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