Ya aprenderás que las ideas son las armas más mortales que existen
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Ya aprenderás que las ideas son las armas más mortales que existen
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Tócate el ombligo cada vez que tengas miedo, cada vez que te sientas sola. [...] Estamos unidas para siempre por una cuerda mágica que va de tu ombligo al mío, del mío al tuyo, en una autopista de amor invisible. A través de ella, mamá siempre estará contigo y te protegerá del mundo cuando el mundo sea malo, que a veces lo es, y hay que perdonarlo porque lo hicieron salvaje e injusto, pero también lindo.
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La pena nos deja sordos por dentro, nos tapa los oídos del alma y sólo escucha,mos el eco de nuestro vacío, pero si dejas de estar triste la pena se va con sus manos frías a taparle los oídos a otro.
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¿Sientes mi corazón, lo escuchas palpitar? Déjale que corra, niña, lleva tanto tiempo parado, muerto, déjale que se desboque. Déjale, y si luego se muere que lo haga feliz, para qué lo quiero en un pecho vacío, hueco; no, niña, ya se lo comerá la tumba cuando toque, pero aún no, no te asustes, yo mando en todo y no me muero hasta que yo lo diga.
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A veces se puede ver el mundo del revés, el mundo como no imaginamos nunca, lo que no debe ser parece como lo más correcto.
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Eres demasiado joven para comprender que el corazón humano a veces se vuelve noche negra al ver sus deseos cumplidos.
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Ay, que a veces no sé si quiero ser jardín o bosque
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Ya aprenderá que las ideas son las armas más mortales que existen.
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¿Sabes que me quedaría por siempre en el bosque, que nunca fui tan feliz y tan desgraciado a un tiempo, que me basta con la vida que aquí se respira si tú estás conmigo?
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Y así que has de aprender, Valentina, que no importa el lugar de donde vengas, es el destino y el carácter quien hace a las verdaderas reinas. Y esto es en lo primero que debes creer. Porque tu porvenir está escrito en tu ombligo igual que está escrito el mío.
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Gregorio Samsa es un ...