Los olvidados de fortuna

Pedro López debuta por todo lo alto sin que el peso de la historia se le vuelva en contra.

No es nada fácil escribir una novela donde se da importancia a personajes anónimos. Soldados y mandos intermedios que emergen bajo la alargada sombra de dos titanes como Aníbal y Escipión.

Y además hacerlo desde la disciplina del rigor, sin dejar que este te domine.

Los olvidados de fortuna parte de un impecable trabajo de documentación puesto al servicio del barro y la sangre.

Los actores de esta obra pertenecen a los dos bandos del conflicto y representan la gran diversidad de sus tropas.

A través de ellos iremos siempre en la vanguardia de la lucha, a dos milímetros del adversario donde su sudor nos salpica y cada muerte es la paradoja de la devastación y la supervivencia.

El autor pondrá contra las cuerdas constantemente al lector, gracias a la coralidad de sus personajes que, ajenos a tus vivencias, se enfrentan entre ellos.
Mientras pelean por sus vidas, tú no quieres que perezcan ninguno de los dos y en algunas ocasiones, porque la guerra es así de cruel, será irremediable perder a un compañero de viaje querido.

Segunda guerra Púnica. El ejército de Aníbal ya ha cruzado los Alpes y se encuentra devastando tierras itálicas. El orgullo de Roma está herido. El terror y la prepotencia de algunos de sus cónsules serán los mejores aliados de Cartago.
Amén de las excelentes dotes militares de su general.
Ahí arranca un libro repleto de batallas, de pequeñas y grandes victorias y derrotas bajo el prisma de quienes se ensucian las manos o entregan sus vidas por avanzar un palmo de tierra.

El temor del instante que precede y las terribles consecuencias del después, seas vencedor o vencido también están muy presentes y perfectamente narradas.

La novela es una orgía de mutilación donde la muerte marca el compás. El entorno social y político se asoma con ligeras pinceladas sin estorbar. No es el propósito, pero es necesario conocer algunos detalles que el autor sabe dosificar.

Escrito con sencillez pero con rotundidad, es cierto que en la prosa encuentro margen de mejora que le resta media estrella. En concreto las redundancias en muchos párrafos que deben ser pulidas un poco más. Nada que no se pueda arreglar en futuros trabajos.

Por otro lado hay algo que intuyo, y me encanta, en el autor. La ilusión. Lo mucho que se ha divertido en el proceso de escritura, su pasión y su absoluta entrega.

De todas las sensaciones vividas me quedo con el placer. Me ha hecho disfrutar solo algunos consiguen.

A poco que cuide esos pequeños detalles de redundancias, Pedro López podría estar entre los grandes.
¡Es un novelón!

No se me olvida. Lectura conjunta con mi hija mayor, a quien le correspondió el libro en "Masa Crítica" y que convierte esta experiencia algo mucho más especial.

Cuando me tocó este libro en Masa Crítica de Babelio pensé: ¡Qué mala suerte!
Lo elegí ante el acoso de mi padre, que quería que leyera una novela de sus queridos romanos.
Tenía la esperanza de que me tocara otro, pero al final nos tocó a los dos, aunque mi padre renunció porque dos libros iguales en la misma casa es quitar oportunidades a los demás, cuando nos lo podemos dejar.
Con mucho respeto empecé a leer el libro más largo de mi vida.
La verdad es que pese hacerle rabiar muchas veces, soy afortunada pues mi padre de historia y de Roma, sabe muchísimo.
Tuve que preguntarle a que se debía la guerra entre Cartago y Roma y pedirle que fuera mas breve, pues se iba por las ramas cada dos por tres.
Es lo único que he echado a faltar en el libro, esa breve explicación.
Tampoco hubiera estado mal un glosario, aunque aquí mi padre me dio uno donde aparecen casi todas las palabras en Latín.
El libro me ha encantado. Es muy entretenido y pasa todo el tiempo de batalla en batalla. Está repleto de acción.
Los verdaderos protagonistas son soldados normales, que ven la guerra con distinta cara, que la que puede verla sus generales.
El libro empieza con el ejercito de Aníbal por tierras itálicas ganando batallas y poniendo a los romanos contra las cuerdas.
Hay escenas de sangre, de matanzas, muy crueles que al principio me daban un poquito de repelús pero que después comprendí que eran una forma muy real de reflejar los terrores de la guerra.
Me ha gustado mucho y me he divertido comentándolo con mi padre, que por cierto todavía no lo ha terminado el muy lento.
Bueno, y porque le escondía el libro para que no me ganara.
Al parecer tendrá segunda parte que me gustaría leer.
Mi primera novela histórica ha sido una experiencia muy amena.
Es muy buen libro.

Si bien me costó entrar en la historia en sus primeras páginas, debido al gran número de frentes y personajes que se empezaban a descubrir, he acabado devorando cada página.

La historia nos lleva al interior de cada batalla de la mano de diferentes protagonistas, representantes de la diversidad que reinaba en ambos bandos.

Me ha gustado mucho el enfoque, que nos permite ver la batalla desde dentro, en primera línea y se aleja de otras novelas más centradas en la política desde el Senado o los despachos. Consigue humanizar y acercar el sentir de quienes día a día luchan a muerte por una victoria que nunca termina de llegar, independientemente de si ese día lo terminan como ganadores o vencidos.

Me encantaría una edición ilustrada, que incluyese los mapas de las distintas batallas, para ayudar a comprender las distintas estrategias de batalla que se van sucediendo en el libro, así como un mapa del imperio romano y cartaginés. También me habría un gustado un glosario de términos para aclarar las dudas de los que como yo aún estamos empezando aficionarnos a la literatura histórica.

Todo un regalo de novela que nos ha dado Pedro López. Contexto de la Segunda Guerra púnica pero con protagonistas de "a pie". Nada de grandes emperadores. Tenemos un Cneo Manlio y unos personajes, que aunque son muchos y la "jerga" es muy "histórica", en seguida entras en la historia y te haces a ello. Con un rigor histórico (que se agradece enormemente) y con un hilado de la trama y desarrollo de la novela genial, la he disfrutado, la he gozado y solo puedo puedo mantenerme a la espera de leer más cosas que escriba el autor porque me ha enamorado saber que estaba leyendo una novela pero con datos reales y ese lenguaje, como os comentaba, tan "histórico" (nombra la indumentaria de los soldados por ejemplo, o la armas...). A pesar de su extensión es un libro que se lee fácil y una vez ya superas los dos primeros enfrentamientos, ya estas dentro de la trama.