Si el destino fuese un rompecabezas que nos enseña el final de nuestra historia, imaginemos que todas las piezas caen al suelo, esparcidas como manchas en la atmosfera galáctica, atropelladas por cometas enfurecidos o absorbidas por estrellas fallecidas. A lo largo de la vida perderemos piezas, caerán y no podrán ser ensambladas de nuevo, deberemos reemplazarlas o vivir orgullosos con espacios vacíos, rincones de ausencia que dibujarán el olvido o enmarcarán un nuev... >Voir plus