![]() |
Tras pensarlo le doy la misma puntuación que al primer libro, aunque el patrón de la autora en lo que a romances se refiere está empezando a tocarme la seta. Empecemos hablando de la historia en general. Aquí tenemos a Smoey como protagonista junto a Eliah, quien ya fue mencionado en el primer libro pero quien no apareció propiamente dicha. Eliah fue el profesor en la uni de Rory y conoció a Smokey bajo circunstancias algo bochornosas para nuestro motero. La atracción entre ellos es inmediata, pero sus distitnos estilos de vida acaban separándolos hasta que, un tiempo después, Eliah acaba siendo testigo de algo que no debería haber visto y acaba enredado en los asuntos del club para poder mantenerse con vida. La trama acaba conectando los sucesos con el antiguo club de Smokey. No voy a entrar en detalles par ano spoilear, pero básciamente se nos detalla un poco que lo Gunnar ya nos reveló durante el primer libro relacionado con una mentira orquestada por el padre de Smokey que acabó con una víctima inocente y un profundo trauma en la mente de nuestro querido presi. Además, conocemos a un nuevo antagonista: Hydra. Me ha encantado que todas las historias están hasta cierto punto conectadas. Que la mierda que destapó la trama de Gunnar se juntará con la de Smokey, haciendo que todo sea más realista y no que sean tramas totalmente independientes entre un libro otro. Está calro que Kick y Jude serán los próximos protagonsitas, pero no puedo esperar para leer la historia de Rory, un personaje que me llama cosa mala (al principio pensé que podría acabar con Nate, por su pasado en común, pero no me ha pasado desapercibida la extraña petición de Hawke al final, y no puedo evitar pensar que ahí quizá haya un pequeño guiño a que entre ellos haya algo. ¡Me encantaría!). Una vez más, la acción es genial. Hydra es el perfecto villano, es desapiadado, algo psicopático y toca la fibra sensible de nuestros perosnajes además de tener bastante pasado con más de uno. El ritmo es genial, todo el rato están pasando cosas y eso hace que no te aburran ni un segundo. Pero vuelve a fallarme lo que en el primer libro: el romance. En ambos casos los romances están bien, no me malentendáis. Las parejas tienen química y su historia funciona, pero es que la autora insiste en usar el "no podemos estar juntos" y me frustra. Me irrita que en los dos la fórmula haya sido "ahora sí, ahora no", porque no tiene fundamento que lo justifique. En este libro lo habría podía entender si se hubiese centrado solo al comienzo. COmprendo que Smokey no quiera involucrar a alguien como Eliah en su mundo, que se aleje para no fastidiar su vida, pero una vez que Eliah está en la mierda con todo lo que le pasa, una vez que su vida ya está en peligro y que se ve que nada volverá a ser como antes, no entiendo por qué seguir mareando la perdiz. No sé qué aporta a la historia aparte de retrasar lo inevitable. Y me fastidia que la autora utilice dos veces el mismo recurso para desarrollar los romances. He leído muchos libros de moteros y sí, este es uno de los patrones que se usan a veces cuando uno de los protagonistas no tienen nada que ver con ese estilo de vida, pero hay infinidad de tramas y complicaciones para hacer que el romance sea intersante que no sean un personaje testarudo restrasando lo inevitable. Y usar este patrón una vez, valo, lo entiendo, ¿por qué no? Pero todas las veces, libro tras libro… No, gracias. Espero que el libro de Kicks y Jude no siga esta fórmula, aunque por lo que he leído en la sinopsis mucho me temo que así será. Cruzo los dedos por equivocarme y cuando esté disponible y lo lea os contaré qué tal. + Leer más |