Estación Sol

Madrid 1917. Julia es una joven fotógrafa que trabaja para el periódico El universal. En unas de sus incursiones a la calle, Julia fotografía al rey Alfonso XIII entrando en un chalé de la mano de una mujer que no es la reina. El director del periódico se niega a publicar la foto y le encomienda un reportaje sobre las obras de construcción del Metropolitano. Lo que parece un encargo sencillo de realizar cuatro fotos aquí y allá se convierte en noticia de primera plana cuando aparece el cadáver del capataz de las obras.

Unas obras que acarrearan mucha polémica…
La gran vía avanza imparable y arrasa viejas calles de viviendas, amplias avenidas dejaran paso a los miles de automóviles que invaden sus calles y un modernísimo ferrocarril subterráneo atravesará la ciudad de punta a punta. Los ingenieros Carlos Mendoza, Miguel Otamendi y Antonio González fueron los encargados de llevar a cabo tal magnitud empresa. Con el apoyo incluso del rey, el día 17 de octubre de 1919 el conocido como metropolitano de Alfonso XIII se inauguraba contando con cuatro líneas y 14 km de
longitud.

Mi Opinión:
En Estación Sol asistiremos a una de las obras de mayor magnitud de principios del siglo XX: La creación del metro de Madrid.
Julia es una joven que desde muy pequeña le ha gustado fotografiar y ver la vida desde el otro lado de su cámara Goerz, su padre fallecido en la guerra en Marruecos le enseñó todo lo que debía saber y ella quiso hacer oficio de ello, por lo que tras mucho insistir consigue un puesto de fotografía en el periódico El universal.
La novela arranca cuando Julia fotografía a su majestad Alfonso XIII de la mano de una mujer que no es la reina, al llevar dicha fotografía a la redacción del periódico, su jefe se negará en rotundo a publicarla y para disuadirla de su obsesión en publicarla, le encomendará la tarea de realizar un reportaje fotográfico a las obras del metropolitano que se están llevando a cabo. 
Con capítulos cortos, nos adentraremos en un Madrid en ebullición. Revueltas, huelgas…un excelente trabajo de documentación que Gregorio León nos ha sabido dosificar de manera que no resulta nada aburrido ni tedioso a la lectura.

En conclusión, un libro que me ha gustado, pero al que le sobraban para mi gusto algunas tramas paralelas o el tema del futbol que cuando se han ido mencionando me cortaba el hilo principal de la novela. Sin duda recomendado para todos aquellos que quieran saber cómo llego el metro a Madrid.

El verdadero progreso es el que pone la tecnología al alcance de todos.