El hombre regresó corriendo hasta su casa, mortificado por el recuerdo de aquellos restos, sin tener muy claro cómo habían llegado hasta allí, pero con la certeza de que alguien los había dejado en aquel lugar hacía como mucho unos pocos días. ¿Quién podía haber perturbado aquel paraje idílico? ¿Qué clase de engendro había estado a apenas una milla de su hogar deshaciéndose de aquello? Su maravillosa noche de Acción de Gracias acababa de convertirse en una pesadilla. |