HEREJÍA

En “Herejía”, J. M. Ledo nos traslada a la frontera entre Turquía y Armenia, al Monte Ararat donde supuestamente se encuentra el Arca de Noé, con una novela de intriga histórica.
Nada más comenzar encontramos cómo nos narran la historia de una arqueóloga gallega, Sara Olden, que junto a un grupo multidisciplinar europeo, el cual investiga el hallazgo de un importante e inesperado, por fuera de lugar, asentamiento histórico. Así, a la vez que vamos conociendo detalles históricos y científicos, a la vez que mitológicos, del inicio de la civilización mesopotámica, madre del resto de las occidentales, también da argumentos favorables tanto para la igualdad de género como para la independencia de las mujeres en un país donde, parece, están dando los primeros pasos para reconocer a las mujeres sus derechos. Por este motivo veremos la lucha y la diferencia entre las culturas europeas cristianas y un país bajo dominio del Islam.
Con todo esto, también hace una crítica velada al sistema educativo por el cual nos regimos, el cual propugna y fortalece la memorización de datos e información sin el que el alumno investigue, encuentre y compare por cuenta propia, es decir que no desarrolla el espíritu crítico del aprendiz, sino que le hace dependiente y servil del maestro.
Asimismo, relaciona diversas teorías sobre cómo pudo producirse el Diluvio Universal, y la evolución humana. Las cuales aparecen en mitologías de pueblos demasiados distantes entre sí como para que tuvieran relación, pero si contienen el mismo relato.
Pero lo verdaderamente mollar de la obra es la manera en que pone de relieve lo que todo, o casi todo, el mundo cree, que hay unas pocas familias o personas que son los que verdaderamente gobiernan el planeta en la sombra. En definitiva, son los que manejan los hilos económicos, culturales, sociales, etc. de los diferentes países, imponiendo ideas a través de sus medios de comunicación. Aunque siempre hay personas que escapan a su control y dan a conocer información comprometedora sobre ellos. Además, también critica el sistema político al dar validez a la creencia popular que sostiene que el dinero puede con todo y no son juzgados igual que el resto de los mortales.
Personalmente es fascinante cómo une hechos históricos con intrigas políticas y teorías conspiranoicas. de lectura ágil, se hace corto. Por todo lo anterior, recomiendo encarecidamente su lectura para pasar un buen rato.