Pero el amor, niña, es la raíz de todo lo bueno y la raíz de todo lo malo.
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Pero el amor, niña, es la raíz de todo lo bueno y la raíz de todo lo malo.
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-Aún no he acabado de hacer estupideces-se inclinó hacia delante. Mechones de su pelo mojado me rozaron la frente-, de hecho, aún me queda mucha estupidez dentro. (...) -¿Sabes qué?-sentí su aliento cálido contra mi mejilla-. Hay muchas cosas estúpidas que hacer, pero la verdad es que quiero hacer la más estúpida de todas. -¿Y cuál es? -Quiero besarte. |
Estás un poco loca. Tiras manzanas a la cara de la gente cuando estás enfadada. La mayor parte de las veces sueles explotar sin pensártelo dos veces. Me divierte que no lo veas. Así que si eres irracional, espero que sigas así. Me encanta.
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Había algo en Seth que despertaba mi lado más salvaje y, sí, el más estúpido también. Ambos éramos unos inconscientes, un tanto salvajes y agresivos, y ninguno de los dos sabíamos cuando callar. Supongo que hay dos tipos de personas en el mundo, los que se sientan alrededor de un fuego a mirar las llamas, y los que encienden el fuego. Seth y yo encendíamos el fuego y luego bailábamos a su alrededor. |
El mundo que había fuera del coche dejó de existir. —¿Que no tengo ni idea de qué? —Desde que te conocí, he querido romper todas las reglas —Aiden se giró, pude ver como todos los músculos de su cuello se tensaron. Suspiró—. Algún día te convertirás en el centro del mundo de alguien. Y ese alguien será el hijo de puta con más suerte en el mundo. |
—Sé lo valiente que eres, Álex, pero no tienes que serlo siempre. No pasa nada por dejar que alguien sea valiente por ti. No se pierde la dignidad por eso. Tú no. Ya has probado que tienes más dignidad de la que un puro pueda tener.
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—¿Entonces soy irracional? Giró la cintura y se estiró en su sitio. —Estás un poco loca. Tiras manzanas a la cara de la gente cuando estás enfadada. La mayor parte de las veces sueles explotar sin pensártelo dos veces. Me divierte que no lo veas. Así que sí eres irracional, espero que sigas así. Me encanta. |
—Si fuese como cualquier otro pura sangre, ya te hubiese tenido sin pensar siquiera en las consecuencias que tendría para ti. Cada día tengo que luchar para no ser como ellos.
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—Supones bien —Clive me empujó hacia las escaleras. Los puros eran ricos, en serio, tenían mucho más dinero del que nadie pueda imaginarse. Y aún así no había ni un solo ascensor en todo el campus—. Crees que te puedes salir con la tuya sin represalias, ¿verdad? Eres la sobrina del decano, la hijastra del Patriarca y el próximo Apollyon. Eres especial, ¿no? Tenía la oportunidad de pegarle, pero con mi puño en vez de con una manzana. Logré soltarme el brazo. —Sí, soy así de especial. —Recuerda que aún eres una mestiza, Álex. —Recuerda que soy la sobrina del decano, la hijastra del Patriarca y el próximo Apollyon. Clive dio un paso adelante, con su nariz casi tocando la mía. —¿Me estás amenazando? Me negué a echarme atrás. —No. Solo te estoy recordando lo especial que soy. |
Seth resopló, burlón. —No dejaría de ser Centinela por nada del mundo. O ser el Apollyon. Soy guay. Reí y puse los ojos en blanco. —Guau. Eres tan humilde… —¿Por qué iba a ser humilde? Soy genial. |
Gregorio Samsa es un ...