Amarilla

¿Quién sabe qué sucedió en realidad? Twitter nos convierte a todos en ávidos jueces no cualificados.

Leer nos ayuda a meternos en el pellejo de otra persona. La literatura tiende puentes. Amplía nuestra visión del mundo, no la empequeñece.

Escribir ha sido lo que le ha dado forma a mi identidad desde que era una niña.

La gente siempre describe los celos como una cosa profunda, verde y ponzoñosa. Algo infundado, hiriente, malintencionado. Pero he descubierto que los celos, para los escritores, se acercan más al miedo.

Pero me doy cuenta de que el empeño que le ponga un escritor no tiene nada que ver con el éxito del libro. Los superventas son elegidos de antemano. Da igual lo que hagas.

Los celos son compararme constantemente con ella y salir siempre perdiendo.

Así funcionan las broncas por Twitter. Se hacen acusaciones a diestro y siniestro, las reputaciones de todo el mundo acaban destrozadas y, cuando las cosas se calman, todo continúa estando exactamente igual.

No puedo evitarlo. Necesito saber qué es lo que el mundo está diciendo sobre mí. Tengo que familiarizarme con la percepción que se tiene de mi persona digital porque, si conozco el alcance de los daños, al menos sabré cuánto debo preocuparme.

Por primera vez desde que entregué el manuescrito, me siento profundamente avergonzada. Esta no es mi historia, mi legado. Esta no es mi comunidad. Soy una intrusa que se aprovecha del cariño de esta gente con falsas pretensiones.

¿crees que está bien que una escritora blanca, es decir, que no sea china, escriba y saque beneficios de este tipo de historia? ¿Por qué crees que eres la persona adecuada para contarla?