Las palabras tienen poder. Hay palabras que nos obligan a reír y nos hacen llorar. Palabras con las que empezar y palabras con las que terminar. Palabras que arrancan corazones de nuestros pechos y los aprietan fuerte, que hacen que nos hormiguee la piel sobre los huesos. Palabras tan bonitas que nos moldean, nos cambian para siempre, viven en nuestro interior durante todo el tiempo que tengamos aliento para pronunciarlas. Hay palabras olvidadas. Palabras que matan. Palabras enormes y aterradoras y terribles. Hay palabras Verdaderas.
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