La caída del príncipe de fuego

No eres alguien para vivir envuelta en oscuridad o tristeza. Eres una luz que puede brillar aún más que el sol.

Por desgracia para ellos, uno no podia romper lo que ya estaba roto.

-Yo no soy nadie.
-Incluso algo muy pequeño puede proyectar una sombra grande cuando está cerca del sol.

El emperador quería que ella le diera la victoria. Pues ella le deostraría cuál era el precio.

Quién eras te ha hecho quién eres ahora. Desearía que no hubieses tenido que sufrir nunca, pero aceptaré tú pasado encantada si así puedo compartir tu presente.

Eres un símbolo, Vhalla. Y a pesar de lo que algunos pueden hacerte creer, tienes más control sobre lo que simbolizas que nadie más

Las palabras fueron como una flecha al corazón del silencio que había estado aflorando entre ellos. Y las palabras, como las flechas, una vez soltadas, no podían retirarse.

Pero lo que si puedo hacer es ser un catalizador para un futuro de esperanza, paz y prosperidad entre hechiceros de todo tipo y comunes. Demostrar que el valor que veo en ti es mucho mayor que solo tu magia.

Pero quien eras te ha hecho quien eres ahora. Desearía que no hubieses tenido que sufrir nunca, pero aceptaré tu pasado encantada si asi puedo compartir tu presente.

La necesito como mi redención, necesito su amabilidad, necesito su perdón, necesito sus sonrisas, necesito su humanidad, necesito su ignorancia, necesito su inocencia y, si... Madre Sol, si, la necesito como un hombre.