Una historia corta fácil de leer, entretenida y con buen mensaje. La vida alocada de Linda tras su escapada a Los Ángeles no es tan glamurosa como puede parecer, por suerte y gracias a un acontecimiento bastante nefasto, se ve en la obligación de regresar al pueblo en el que creció y no le queda otra que enfrentarse a la cruda realidad. Dean, por mucho que se empeñe y a pesar del dolor y la decepción que arrastra, no puede evitar ser la buena persona que siempre fue. Una historia de segundas oportunidades, de aceptar los errores y reconocer quienes son las personas que de edad importan. |