La sangre manda

En los libros de relatos de Stephen King que he leído hasta ahora me he encontrado un poco de todo, historias mejores y peores. Por eso suelo preferir sus novelas largas.

Pero para mi sorpresa en La sangre manda me he encontrado con cuatro relatos (o novelas cortas, ya que tienen una extensión considerable) con suspense y toques sobrenaturales, que me han gustado más de lo que esperaba.
El teléfono del señor Harrigan habla de una amistad entre un anciano y un niño que, inexplicable e inquietantemente, parece perdurar más allá de la muerte.
En La vida de Chuck conoceremos, en tres actos presentados en orden inverso, algunos momentos de la vida del protagonista y su mundo interior.
La sangre manda, la más extensa y la que da nombre al libro, es una especie de continuación de El visitante, en la que volvemos a encontrarnos con Holly Gibney (por lo que si piensas leer en algún momento la Trilogía de Bill Hodges, donde aparece Holly por primera vez, o El visitante, es mejor que lo hagas antes de leer esta historia).
Y La rata es una especie de cuento de hadas oscuro y macabro, en el que un escritor desesperado por terminar su primera novela hace un trato para lograrlo.

Cuatro historias entretenidas y fáciles de leer, con las que me he llevado una grata sorpresa, ya que las cuatro me han gustado, especialmente la última. Y aunque no son lo mejor que he leído de King, para ser relatos no están nada mal y los he disfrutado bastante más de lo que esperaba.
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