Los misterios de la taberna Kamogawa

He visto este libro en muchas reseñas y era algo reticente a leerlo a pesar de que la temática me pega mucho de entrada. Y es que últimamente están saliendo muchos libros de autores japoneses que me parecen seguir una misma tónica como de apertura de la imagen oriental a los occidentales, un poco rollo “feel good”, que al final son entretenidos pero personalmente me dejan un poco fría. al final terminó cayendo en mis manos porque me lo regaló mi suegro, así que no pude hacer otra que leerlo.

Esta novela nos cuenta la historia de Nagare Kamogawa, un expolicía que monta junto a su hija Koishi un negocio particular, una pequeña taberna en Kyoto a la que tan solo acuden algunos asiduos y los que logran desentrañar un críptico anuncio en una revista culinaria. Porque lo que hace especial a este local es que es también una agencia de detectives especializada en encontrar antiguas recetas de familia o platos de locales que desaparecieron hace ya años.

De este modo, en cada una de las cinco historias que componen el libro, una persona visitará la taberna en busca de ese plato cuyo recuerdo ha magnificado con el paso de los años, ya fuera el plato que comió con su abuelo durante un viaje, el que comió junto a una persona querida en un restaurante o el que preparaba su madre ya difunta por ser su plato preferido. Nada más llegar a la taberna, padre e hija ofrecen al recién llegado un menú variado de estación que ayuda a abrir la mente a la descripción que posteriormente deberán trasladar a Koishi sobre el plato que están buscando. Dos semanas después, tras diversas pesquisas realizadas por Nagare, el cliente vuelve a la taberna para escuchar la historia que Nagare le transmite sobre el plato y poder volver a degustarlo por fin.

Hay en el trabajo de Kamogawa un cuidado del detalle inusual a ojos profanos, pero muy habitual en la cocina japonesa. Desde el agua utilizada en la cocción hasta la variedad de una misma salsa de cada una de las regiones, todo ello es controlado para conseguir un resultado que cuadre a la perfección con el recuerdo de cada cliente. Esto es quizás lo que más me ha gustado de la obra, porque ya lo había leído o visto en películas, libros y manga, pero aún así no deja de sorprenderme el cariño que ponen al detalle.

Todos guardamos muchas recetas perdidas en nuestro corazón, sabores que nos evocan recuerdos y momentos de todo tipo porque, probablemente, nos recuerdan a nuestros seres queridos. Y lo que daríamos por probarlos una vez más, ¿verdad? Pero, ¿y si os dijera que eso es posible? Existe en la ciudad de Tokio un pequeño restaurante donde esa magia sucede. Si somos capaces de llegar hasta él siguiendo las instrucciones de un misterioso anuncio en una popular revista gastronómica japonesa el camino habrá merecido la pena.

“Los misterios de la taberna de Kamogawa” (@salamandraed) nos lleva a este pequeño pero exquisito local culinario que esconde una agencia de investigaciones gastronómicas. Dirigida por un padre y una hija tienen la misión de encontrar esos platos del pasado que sus clientes ansían recuperar. Así, en cada capítulo, Nagare, un antiguo policía retirado, y su hija Koishi nos traen un nuevo caso. Descubriremos que detrás de cada plato hay una historia, como la del viudo que busca el Nabeyaki-Udon que cocinaba su mujer, el estofado de ternera de un primer amor, el sushi de caballa de un antiguo chef, el Tonkatsu de un exmarido enfermo, los espaguetis napolitan de una nieta y su abuelo o el Nikujaga de una madre. Pero la clave de todos estos platos con alma, y como dice su protagonista, es que están aderezados “con el condimento de la nostalgia”.

Que lectura tan bonita ha sido esta; de las que comienzas casi por casualidad y te lleva a darte cuenta de lo que Proust ya nos enseñó: que el simple bocado a una magdalena puede propiciar una interminable cascada de recuerdos. Eso, y lo bien que maridan lo detectivesco y lo gastronómico en una novela tan sencilla como exquisita que celebra el poder de la buena compañía y una comida deliciosa cuyo ingrediente principal es el tiempo, la memoria.

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Todos tenemos un plato de comida que se ha quedado grabado en nuestra memoria. Ya sea que lo hayamos probado en un restaurante o bien lo preparasen nuestras madres o abuelas ese plato está grabado a fuego en nuestro paladar. Y por mucho que hayamos intentado recrearlo, siguiendo la receta al pie de la letra, no conseguimos el mismo resultado.

Ahora imaginen que existe un lugar, una pequeña taberna que además de servir comida se dedican a buscar esos sabores perdidos, a recrear ese plato tan ansiado. Un padre y una hija, investigadores gastronómicos, que dedican todos sus esfuerzos a buscar los ingredientes correctos y crear ese plato que tanto ansia volver a probar nuestro paladar. Pues de eso trata “Los misterios de la taberna Kamogawa”, un libro reconfortante que abraza al lector durante toda su lectura.

Con capítulos cortos que siguen la misma estructura dinámica, el autor construye pequeñas historias cuyo nexo de unión es la taberna Kamogawa. Cada capítulo es un viaje a través de la gastronomía nipona en el que veremos a gente desesperada por encontrar ese sabor de antaño, y el esfuerzo y constancia que ponen padre e hija para encontrarlo, llevando el arte de la cocina a su máximo exponente, ya sean platos sencillos o recetas más elaboradas.

La narración es sencilla y amena, que junto con la brevedad de los capítulos, hacen que el libro se lea prácticamente solo. Y sí, el libro está lleno de recetas que hacen la boca agua, tanto por el plato en sí como por la forma en la que los personajes hablan de él.

Es un libro ameno, ideal para desconectar de lecturas pesadas. Es esa clase de libro que reconforta el corazón, que saca sonrisas y que deja una sensación de paz y bienestar al finalizarlo. Una lectura ideal para el verano. Eso sí, mejor leerlo con el estómago lleno, porque las recetas que aparecen son auténticos manjares que hacen la boca agua.

Hay comidas que nos hacen viajar al pasado. Los recuerdos que nos traen ciertos platos hacen transportarnos a momentos inolvidables.
Abrir este libro es degustar personajes suculentos, misteriosos y con sazones de recuerdos latentes en sus corazones.
Con una prosa evocadora, "los misterios de la taberna Kamogawa" es una lectura deliciosa, conquista al lector trasladándolo por rincones e historias únicas.
Y a ti, ¿qué comida te hace recordar buenos momentos?
@larepisadeelena

Me gusta mucho la cultura japonesa y su gastronomía y ha sido una ocasión para poder aprender más. Quizás no debería haber leído nada (reseñas) porque las expectativas han sido demasiado altas. No me ha terminado de gustar del todo, quizás más el contexto que el desenlace de cada historia.

Una misteriosa taberna se esconde entre los callejones de Kioto .
Regentada por padre e hija,ellos se autodenominan investigadores gastronómicos.

Los clientes llegan sólo si el destino lo quiere,ya que carecen de cartel exterior y en los anuncios no publican su dirección .

Presenciamos cinco casos.

Los clientes les hacen un encargo muy concreto ,con muy pocos datos los "detectives" tienen que recrear un plato que les lleva al pasado .

Viud@s,niet@s,hij@s, romances antiguos retornan de su pasado ,que mágico poder transportarnos a un momento feliz a través de la comida.

La maquetación es una preciosidad ,dentro de la sencillez,cada capítulo /caso se separa con bonitos dibujos de un gato ,siempre presente tras la resolución de los casos.

Un libro cozy,te acoge y te envuelve entre sus misteriosas páginas .

Para mi sorpresa,y sin duda uno de mis libros favoritos del año.

La verdad, cuando empecé este libro dispuesta a adentrarme en mi primera "novela gastronómica", no imaginaba que sería tan parecido a leer un libro de cocina... Y más o menos igual de estimulante.

La premisa es prometedora: padre e hija regentan un pequeño y escondido restaurante en Kioto que es, al mismo tiempo, una agencia de detectives capaz de rastrear recetas olvidadas con un significado especial para los clientes. El problema es que la trama no sigue la investigación en sí, sino que solo la describe brevemente a posteriori.

Cada historia está divida en dos capítulos: primero el cliente acude a la taberna para describir un plato de su pasado, y después regresa al cabo de dos semanas para que le expliquen cómo lo han encontrado... Porque siempre lo consiguen, con unas habilidades de deducción que muchas veces cruzan el límite de lo creíble. Una fórmula que me ha parecido poco dinámica y repetitiva, además de predecible.

Cada historia, en sí, es bastante interesante y tierna, y no es que los platos descritos no parezcan apetecibles... al ser una novela tan corta y rápida de leer, puede ser una lectura ligera apta para quienes buscan libros sencillos y amables que degustar en verano. Pero si se trata de metáforas culinarias, diría que Los misterios de la taberna Kamogawa me ha sabido a poco.
Enlace: http://nextlibris.es/los-mis..

Me ha gustado esta novela cirta. Es fácil de leer y la temática es interesante. Lo recomendaría para los amantes de la comida japonesa. Es muy interesante la relación que hace entre las recetas de cocina y la investigación detectivesca. Buen libro para vacaciones.

Nos encontramos ante una deliciosa novela que combina misterios y cocina que deleitará tanto a los apasionados de Japón por su comida como por su filosofía de vida.

👨‍🍳 Es la 1a entrega de una saga de 8 libros, éste primero traducido al español gracias a @salamandraed

🍲 Es uno de los libros más apetitosos que he leído ya que te sumerge de lleno en la cálida comida japonesa de la taberna Kamogawa.
Un espacio que sirve también como agencia de detectives gastronómicos.

🥓 Cada personaje que acude a la taberna en busca de ayuda podrá rememorar momentos clave en su vida dejándose deleitar por la nostalgia del pasado.

🍥 Kashiwai retrata una ciudad de Kioto luminosa y colorida a través de sus cuatro estaciones dónde Nagare junto a su hija Koishi, resucitan sabores que son experiencias centrales de las seis historias de los personajes que nos presentan.

💙 Me he maravillado de los templos y santuarios, del espectáculo inigualable de la floración de los cerezos sakura y de los diversos platillos como el omakase o los bento.

🐱 Por cierto, el gatete Hirune que siempre está dormitando en la entrada de la taberna es un amorcete adorable 🫶

Tengo que reconocer que este libro ha cumplido todas mis expectativas porque los diferentes casos que se plantean son entretenidos de leer y la forma de abordarlos y resolverlos es muy disfrutable. Ante todo hay que tener claro que se disfruta más si se conoce algo de la gastronomía japonesa, ya que ayuda a hacerse una imagen mental de aquello de lo que nos hablan. Algunos de los casos te tocan el corazoncito, bien por hablan de la infancia y la nostalgia, bien porque hablan del amor y lo que estamos dispuestos a hacer por él, incluso siendo escépticos.

El padre y la hija tienen una relación muy dulce, aunque pueda resultar chocante en algunos momentos por tener pinceladas de la percepción de la familia en Japón. Me ha gustado sobre todo el padre, un hombre responsable y pausado que explica todo de tal forma que te transporta mentalmente.

La lectura es muy entretenida, ágil y con pequeños aprendizajes que como lectora encantan sin que sientas que te lo meten por los ojos.

Colibrí.