Tiempo de promesas

"Tiempo de promesas" comienza en 1947 con la historia de Mary Frances Gerety, personaje real que trabajó durante toda su vida para la agencia de publicidad Ayer and Son, encargada de la publicidad de de Beers, el grupo empresarial dedicado al comercio de diamantes. Frances fue la creadora del famoso eslogan "Un diamante es para siempre" y resulta muy interesante conocer las circunstancias en que fue gestado.
A partir de ahí y con saltos en el tiempo el libro hilvana una serie de historias aparentemente independientes y cuyo único nexo en común son los diamantes y concretamente lo que el anillo de diamantes simboliza en la relación amorosa.
A excepción de la historia de Frances, desde mi punto de vista la más interesante, el resto, si bien en conjunto es ameno y entretenido, presenta momentos de desinterés por alargarse demasiado y de forma innecesaria; pequeñas anécdotas alrededor de los personajes se detallan de forma exhaustiva y en lugar de sumar lo que consiguen es restar interés al dificultar el avance de las tramas principales. Los personajes están correctamente perfilados pero carecen de la profundidad suficiente para calar en el corazón del lector y algunos resultan demasiado superficiales.
Cada vez que el libro regresa a la historia de Frances se incluyen datos sobre los informes que la agencia Ayer preparaba para de Beers, datos que por poco conocidos en general resultan atrayentes para el lector.
Leyendo el libro he tenido la sensación de encontrarme ante una historia que muy bien podría dar lugar a una serie de televisión en la que sería fácil sacar más partido a los muchos personajes y a las subtramas que se tratan, sobre todo las de carácter más romántico, muy del gusto de tanta gente.
Me ha sorprendido para bien la resolución de las historias y la forma en que finalmente confluyen, un tanto a favor del libro que, todo hay que decirlo, por momentos roza la desgana por seguir leyendo.
Como curiosidad, decir que en una nota final la autora nos cuenta que en 1999, poco antes de la muerte de Frances Gerety, la revista Advertising Age nombró su famosa frase "Un diamante es para siempre" como el eslogan del siglo.
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