Black Paradox - 3º Ed.

Si pienso en terror me vienen a la cabeza muchos habituales, y aunque hoy no sea mi género preferido, creo que el autor que más me ha impactado últimamente es Junji Ito.

Cuatro jóvenes que se conocen en una web de suicidios “Black Paradox”, pactando uno en grupo. Este es el inicio, las dos primeras páginas del volumen y es un constante increscendo en ritmo/tensión. Viendo un poco en que se han quedado series como Black Mirror pienso que sólo con esto ya daría para un capítulo(al menos de los últimos).

El autor japones, es un especialista en crear climas que hacen difícil la respiración y lo vuelve a hacer en esta obra. Unas misteriosas piedras preciosas de un mineral que no existe en el planeta tierra acaban de conformar una historia con continuos giros. Tramas en ocasiones repulsivas, pero que te mantienen pegado hasta que finaliza.

Aunque es otra historia más de Junji Ito que me he leído de una sentada, veo ya una línea en el “hacia dónde me lleva”. Si tuviera que quedarme con una historia que haya leído del nipón sería Uzumaki, pero sin duda muy influenciado por haber sido la primera obra suya que leí. Esa sorpresa inicial se va atenuando con otras historias, pero aún con todo engancha de principio a fin y te deja con ganas de seguir leyendo más obras suyas.

¡Por fin leo algo de uno de los autores clave del género de terror en manga en Japón! Y ha sido gracias a que mi amigo Ángel se está haciendo con la colección de Grandes obras del autor que está sacando Ecc cómics y porque libro_tsundoku publicó reseña de este volumen hace poco y me animó a ponerme por fin con él.

El manga comienza con un grupo de cuatro desconocidos que ha quedado para suicidarse, pero de camino al lugar donde pretendían morir comentan algo extraño que les está sucediendo a tres de ellos: o bien tienen un doble o han tomado su imagen para crear un robot con su mismo aspecto. Esto supone que todos empiecen a dudar de todos y con razón, puesto que en un determinado momento descubren que entre ellos se encuentra algún falso “yo”.

Tras el fracaso en el suicidio del primer día, una vez han excluido a esos dobles deciden volver a quedar para intentarlo por segunda vez, pero en esta ocasión con pastillas. Por h o por b tan solo las toma uno de ellos, que, por una extraña razón, empieza a expulsar desde su interior unas bolas compuestas por un mineral del que no se tenía constancia de su existencia hasta entonces. Una de las suicidas le llevará hasta el hospital donde trabaja y le abandonará allí cuando está a punto de explotar. Por su parte, los otros dos suicidas restantes deciden buscarle para obtener aún más piedras, al mismo tiempo que tratan de dividir una de ellas para poder sacar más beneficio.

La trama se complica poco a poco y entra en la ecuación el médico que trató al suicida productor, que rescata su estómago para poder seguir produciendo piedras con él. Junto con los otros dos que intentaban sacar partido y la cuarta suicida que no está de acuerdo con el plan pero se ve arrastrada por el resto, crean “Black paradox”, una especie de empresa encargada de gestionar las piedras preciosas y obtener aún más de modos cada vez más repulsivos.

Si bien este no es mi género preferido, sin duda se trata de una historia atrayente y bastante creepy. Lo que más ha llamado mi atención es la capacidad que parece mostrar el autor para presentar situaciones turbias que pueden sacar lo peor de los seres humanos, además de conseguir crear atmósferas oscuras y que generan malestar en el lector con sus dibujos.

Mi primer manga y mi primera lectura de este autor considerado un maestro del terror. La historia retoma el mito del Doppelgager o doble fantasmal. El motivo inicial: un grupo de jovenes que se conocen a través de las redes y deciden suicidarse juntos.

Como puntos a favor señalaré que es fácil de leer, algunas escenas de terror dan autentico pavor, aunque alguna me ha arrancado una risa (esto me preocupa bastante...) El dibujo me ha parecido muy bueno.

El único punto negativo es la superficialidad con la que trata el tema del suicidio juvenil.
Seguiré leyendo al autor...