Frida Kahlo. Una biografía

Sin prestarle realmente atención, empecé a pintar. Nada me parecía más normal que pintar lo que no podía conseguir.

Bebía para ahogar mis penas, pero las muy desgraciadas aprendieron a nadar.

Doctor, si me deja beber este tequila le prometo no beber en mi funeral

Bebo para olvidar mis penas, pero las muy desgraciadas aprendieron a nadar

Pies para qué los quiero si tengo alas para volar.

¡Pies para qué os quiero si tengo alas para volar!

"Si me sintiera mejor de salud podría decir que soy feliz, pero esta sensación que tengo desde la cabeza hasta el pulgar a veces me trastorna el cerebro y me amarga por momentos."

El hombre es dueño de su destino y su destino es la tierra y él mismo la está destruyendo hasta quedarse sin destino.