Gina en Pyongyang

“Siendo, como somos, más de seis mil millones de habitantes sobre el planeta, tenemos el conflicto general garantizado de por vida” ~ Gina en Pyongyang de Julián Hernández.

Cuando en la lista de libros ofertados en #masacritica de @babelio vi este de Julián Hernández ya lo tuve claro. Para quien no lo sepa Julián Hernández es músico y fundador del grupo vigués Siniesto Total, además de escritor. Por ello ya imaginé que el libro –compendio de escritos suyos– iba a tener toques políticamente incorrectos. Y no he me equivocado.

Gina en Pyongyang me ha retrotraído a las letras irreverentes de los primeros álbumes de Siniestro, aquel “Matar hippies en las Cíes” o “Ayatollah”. No es, por tanto, un libro de relatos al uso. Está plagado de palabras malsonantes y de situaciones surrealistas y desvergonzadas que no te llaman la atención si sabes de antemano quién es el escritor. Los relatos tampoco son los habituales.

Julián Hernández habla sobre música y sobre compositores, sobre Shostakovich que con ese apellido “solo tenía futuro como músico”; sobre Pierre Boulez para quien “sus estudios en el Conservatorio eran sólo una tapadera”; sobre el director de orquesta, Pierre Monteux o Stravinsky; pero también viajamos con Frank Zappa o los Rolling Stones en un libro que nos acompaña con una banda sonora diseñada a tal fin. Pero también toca aspectos de otros ámbitos como religión y política desde un enfoque atrevido, irónico e irreverente.

Como curiosidad os informo que los libros de la editorial @harkonnen –un nombre muy adecuado en época del boom de Dune– son cuadrados y este, en particular, con un cuerpo de letra ideal para mi edad. ¡Ah! E incluye un prólogo de Kim Jong-il. Casi nada.

Gracias a @babelio por concederme la oportunidad de leer este libro y para finalizar solo me queda una duda: ¿qué disco te llevarías a una isla desierta? Yo después de leer a Julián no lo tengo tan claro porque mi alma heavymetalera contrasta con mi cara B de clásicos. Quizá optaría por Mozart y sus sonatas para piano; quizá me llegarían a rescatar antes de acabar aborreciendo las melodías.

No sé ni como ni por dónde empezar esta reseña.
Bueno si, desde el principio.

La portada y la edición del libro son muy originales. Y más aún el sello. Que desde su presentación y el prólogo ya te sacan una sonrisa. (Ojito al dato, que el prólogo es del fallecido Kim Jong-il. )

Al abrir sus páginas, nos encontramos con una playlist para Spotify. Una gran lista para amantes de la música y de Siniestro Total. (Qué ser un fan de Siniestro creo que es esencial para disfrutar este libro al máximo).

Lo mejor de leer este libro, es seguir las piezas con los textos seleccionados. Me encantó leer 'El disco que me llevaría a una isla desierta' con esa música de fondo, que te mete más en la trama del relato. Que, por cierto, está muy bien narrado y concuerda muchísimo con la música. En ese y en todos. Es una experiencia única y mola, mucho.

Los relatos, para mi gusto, empiezan muy bien y hay una conexión con la música y lo que se narra, mezclando hechos reales con un toque irónicamente exagerado. Este toque a veces es un poco demasiado desorbitado. Hay algún que otro relato que es demasiado gore, que no quiere decir que sea malo, me flipa el terror, pero leerlo fue un poco sobrecogedor y extraño a la vez, por la mezcla de temas entre ellos. Un humor negro e irónico prioriza en los escritos.

En los relatos de Country & Western, hay muchas conspiraciones, relatos sexuales irreales, súper héroes que van en contra de lo que es correcto políticamente hablando, la fe, lo desconocido y mucho más.
Me gusta que sigan la esencia de sus canciones, que tienes que escuchar (si no lo has hecho antes) para que los relatos tengan aún más sentido, o no.

Y para terminar, hablaremos de 'La teoría de las supercuerdas', una misteriosa muerte bastante conspiratoria, que nos mantiene atrapados con la música de fondo. Y que hace que el libro termine con unas risas y un buen sabor de boca.

Si eres fan fan de Siniestro, debes leerlo.

A veces nos encontramos con lecturas que no están hechas para nosotras o que no las leemos en el momento oportuno. Creo que esto me ha pasado con este libro, ya que lo he ido aborreciendo más por cada página que pasaba. Me ha costado terminarlo, pero, al fin, os puedo contar qué me ha parecido.



El libro está compuesto por un prólogo "firmado" por Kim Jong-il, una introducción del autor, siete textos y un índice. Además, al inicio encontramos un código QR para poder escuchar una lista de canciones. Para empezar, los libros físicos de esta editorial siguen un mismo patrón: son cuadrados, de tapa blanda y los prólogos están redactados por personajes públicos fallecidos, algo estrambótico. En cuanto al contenido, es una recopilación de textos del autor que publicó en diferentes fanzines, en una revista, en un libro colectivo o para el libreto de un álbum de su grupo, Siniestro Total (cuyo nombre aparece en la portada de la publicación, me imagino que para aquellas lectoras que no conocíamos a Julián Hernández). Cada escrito es independiente, pero en todos ellos encontramos lenguaje soez y una trama disparatada y sinsentido. Quizás es un estilo demasiado underground para mí. Por otro lado, también mejoraría el gramaje de las hojas, puesto que se traspasa la tinta y entorpece la lectura. Está claro que esto simplemente es mi opinión, sin despreciar el trabajo de nadie y, seguramente, sea un libro fascinante para los admiradores de Siniestro Total. Pero, para aquellas personas que no lo somos, sólo es una obra disparatada. Es una lástima que con la cantidad de lecturas pendientes que tenemos, haya alguna de éstas que no sea lo que esperábamos...
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