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Comencé a leer este libro un poco a ciegas y sin saber realmente que encontraría en el, aunque debo admitir que, tras ver tantas buenas opiniones sobre el, esperaba que fuese una muy grata lectura, cosa que ha sido aunque con algunos matices. Se ha dicho mucho que Máscaras es una versión moderna de la bella y la bestia, y aunque es cierto que tiene cosas de esa historia, para mi, no tienen nada que ver una con la otra y simplemente coinciden en lo de chica guapa y chico feo (aunque esto siempre es muy relativo). Máscaras es mucho más que esto, es una historia más profunda, que trata bastantes temas, que te hace reflexionar y que esconde un mensaje muy bonito. Para mi, las novelas se dividen en dos bloques, uno es en el que lo importante es la acción y otro en el que lo que más fuerza tiene son los personajes. Máscaras para mi pertenece al segundo grupo. La historia en si, aún teniendo un buen mensaje, no me ha parecido nada del otro mundo pero los personajes destacan de una forma brutal. Más adelante hablaré más en profanidad de ellos, pero sin dudas son el punto fuerte del libro. La trama en si, como ya he dicho, no me ha parecido especialmente original. Trata un tema que es fácil de encontrar en otros libros, aunque reconozco que la autora le da un enfoque diferente. Lo que más destaca, aparte de los personajes, es todo lo que te hace sentir. La historia es un cúmulo de sentimientos y el lector los vive junto a los personajes y de una forma muy intensa por lo que acaba siendo feliz cuando ellos lo son y llorando cuando ellos sufren. La autora logra que se empatice mucho y se conecte profundamente tanto con los personajes como con la historia por lo que esta aún sin ser nada realmente especial, llega a calar hondo. La trama llega tanto no solo por lo que se conecta con ella sino por el mensaje que esconde tras sus páginas. Nos enseña o nos muestra, como queráis decirlo, que el amor verdadero no se rige por la belleza exterior sino por la interior. Que cuando se quiere a alguien de verdad, da igual su aspecto físico y que lo que acaba enamorando realmente es la personalidad, la forma de ser, las cosas que guardamos en nuestro interior. Creo que, mientras Fern va demostrándole a Ambrose que su amor va más allá de lo puramente físico, el lector se va empapando de ello y va quedándose con un mensaje que es muy importante, por lo que esto es algo me ha gustado mucho. Por otro lado, me ha gustado que se alterne el presente con el pasado y que se nos cuenten cosas que ocurrieron cuando Fern y compañía eran pequeños pues viene bien cuando se nombra alguna situación en el presente y nos la explican a través de un flashback y además sirve para conocer mejor a los personajes y así poder entenderlos aún más y con más profundidad. Algo a destacar es que la historia es muy real y como la vida misma. Los personajes no viven solo cosas buenas, sino que tienen que lidiar con muchos sinsabores, tienen que pasar por malas experiencias de las que aprenden y salen más fuertes y más maduros, viven momentos de felicidad pero también momentos de tristeza que parten el corazón...Y eso los hace más reales a ellos y a la historia pues es mucho más fácil identificarse con personajes que viven lo que cualquiera podría vivir. Engancha y sorprende bastante pero no es lo principal. Pasan cosas que son fáciles de adivinar, pero la mayoría de giros que hay (que tampoco son muchísimos por el tipo de historia que es) cogen al lector desprevenido y no se los espera, sobre todo hacía el final pues pasan cosas que jamás habría pensando que pasarían. La historia de amor puede parecer el eje principal de la trama y aunque lo es hasta cierto punto, no es lo único que la hace avanzar. Y es que para mi lo principal de la historia es la superación, es el ver como los personajes se superan a si mismos y crecen como personas, maduran y aprenden. La historia de amor en si me ha gustado y me ha parecido muy pero que muy creíble y natural, pues se da a fuego lento, poco a poco, sin prisa pero sin pausa y es muy dulce y bonita. Tras todas estas cosas buenas, os preguntaréis que es lo que no me ha gustado. La verdad es que no os lo sabría decir pues no es algo concreto. Es más bien una sensación. Y es que mientras leía el libro, tenía todo el rato la sensación de que le faltaba algo. Un algo que no se explicar que es, pero que me faltaba para que fuese una historia redonda. Aún hoy sigo sin saber que es exactamente, pero creo que le falta esa chispa que haga que para mi sea una historia perfecta. El final me ha dejado con un sabor agridulce. Es cerrado y no quedan cabos sueltos pero me ha dejado totalmente dividida. Por un lado, me dejo satisfecha y me hizo terminar con una sonrisa en los labios pero por otro me dejó un poco tocada y con cierta sensación de vacío por dentro. Los personajes, como ya he dicho, han sido lo mejor de toda la historia y creo que están muy bien construidos, sobre todo los tres principales, y tienen mucha profundidad y muchos matices, aunque, a algunos secundarios, como suele pasar, les ha faltado desarrollo para mi gusto. Fern es con la que menos he congeniado. Me gusta que nunca cambie su forma de ser, que siempre se mantenga fiel a si mima, esa bondad que tiene, esa inocencia, pero a veces creo que peca de inocente y buena y se me hacía algo pesada de leer. Por otro lado, me gusta lo madura que es para su edad y como afronta las cosas. Ambrose me ha gustado más que Fern quizás porque es un poco más torturado y tiene más matices. Lo que más destacaría de el es la evolución que sufre, como crece y acepta las cosas, además de que, aunque a priori puede parecer que será el típico chico un poco tonto, es muy profundo y muy reflexivo, además de muy maduro, entregado y responsable. Pero, sin dudas, el mejor personaje de la historia es Bailey, el primo de Fern. Es un chico que tiene una distrofia muscular que le hace ir en silla de ruedas y no sabéis lo vital que es, lo alegre, divertido, ingenioso, optimista, con ganas de vivir la vida al máximo, inteligente, tierno, bueno...Podría pasarme el día diciendo cosas de el y no acabaría nunca. Me ha robado completamente el corazón y brilla con luz propia, de verdad, es de esos personajes que merece totalmente la pena conocer y que es inolvidable. Simplemente maravilloso. + Leer más |
Autores, editores, bloggers, booktubers, bookstragramers, colaboradores y lectores se sumaron con una breve lectura a la conmemoración del Día Internacional del Libro.
La lectura es un festejo y el libro el salón de fiesta. Gracias a cada uno de los invitados de Océano y los sellos en distribución.
Día Internacional del Libro 23 de abril 2020.
¡Gracias!
Gisela Méndez
La mejor versión de ti (Océano)
Juan Pablo Villalobos
La invasión del pueblo del espíritu (Anagrama)
Iris Coria / Sweet Darkness
Magia sombría, Joshua Kha (Océano Gran Travesía)
Eduardo Halfon
El boxeador polaco (Libros del Asteroide)
Zaybet Hipston / Difusión infantil y juvenil
Max la fugitiva, Brenna Yovanoff (Océano Gran Travesía)
Bruno Segura / @Polimateando
El encargo, Claudia Rueda (Océano Travesía)
Naytze Valencia / Océano Travesía
Su majestad chiquitita, Sally Lloyd-Jones (Océano Travesía)
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El don de la ira, Arun Gandhi (Océano ámbar)
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El optimista que hay en ti (Kan)
Pablo Martínez / Editor en Jefe Océano México
Moctezuma, José Luis Trueba (Océano)
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Luz propia (Océano Travesía)
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Geralt de Rivia. El último deseo, Andrzej Sapkowski (Alamut)
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Poeta chileno (Anagrama)
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Manual del Treintón (Océano)
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La frágil belleza del cristal, Amy Harmon (Principal de los Libros)
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El cuerpo en que nací, Guadalupe Nettel (Anagrama)
M.B. Brozon
JJ. Sánchez y el último sábado fantástico (Océano Gran Travesía)
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