En la guerra siempre deciden los jefes: el jefe de los gatos ha decidido no mojarse, y el de los perros no ensuciarse las patas.
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En la guerra siempre deciden los jefes: el jefe de los gatos ha decidido no mojarse, y el de los perros no ensuciarse las patas.
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¿Con qué frase empieza esta novela?