Bajo este título se recoge un poemario que trata temas tan variados como puede ser el amor, la ausencia de la figura amada, la soledad, el paso del tiempo y el miedo ante la incertidumbre. Los poemas se organizan en tres grandes bloques titulados: 1. Canciones de evocación; 2. Los latitos del mar; y 3. Versos e incertidumbres. En el primer bloque se incluyen poemas relacionados principalmente con el amor. Poemas que versan desde el sentimiento de estar enamorado hasta el dolor que se experimenta cuando no está presente la persona amada. Por su parte, en el segundo bloque se hace alusión al amor y a la ausencia de la persona amada, pero también a la propia muerte; y todo ello con continuas referencias al mar. El último bloque incluye poemas variados que comprenden textos que abarcan temáticas tan amplias como la añoranza de un lugar y de lo que se fue durante la infancia, una oda a Tom Joad, la pérdida de la inocencia o la soledad. Los poemas tiene un vocabulario que puede resultar relativamente complejo, pues incluyen numerosas palabras que no son de uso habitual y, por lo tanto, cuyos significados se pueden llegar a desconocer. En lo relativo a la edición, la portada me resulta extremadamente evocadora y está en clara consonancia con el contenido que se recoge en su interior. La presentación del texto está muy cuidada, así, cada una de las partes están perfectamente diferenciadas y cada poema se presenta en una página encabezada por el título. Además, y a pesar de su brevedad, al final se incluye un índice en el que se detallan las partes en las que se organiza el poemario y los títulos de cada poema. En definitiva, se trata de un libro muy breve y que se puede leer en unos pocos minutos. Sin embargo, considero que es recomendable leerlo poco a poco para llegar a saborearlo y, por qué, no releerlo. + Leer más |