Matar a Leonardo da Vinci

- ¿Alguna vez amaste, Leonardo?
- Por supuesto- contestó el pintor.
- ¿Hombre o mujer?
- ¿ Que más da? Solo os diré que su cadera media treinta y dos besos.

La belleza perece en la vida, pero es inmortal en el arte

Pero son ellos, los incultos, los hermanos que no saben que los hombres geniales empiezan grandes obras, pero son los hombres trabajadores los que las terminan

No he perdido contra la dificultad de los retos, solo he perdido Contra el tiempo

¿No es raro que nazcamos en familias y tengamos que aceptar lo que se nos da? Nosotros no nos hemos escogido los unos a los otros y sin embargo permanecemos pegados toda nuestra vida a personas con las que jamás hubiéramos intercambiado dos palabras si no tuviéramos relación de sangre