¿Cómo mejorar a Colombia?: 25 ideas para reparar el futuro

“¿Cómo mejorar a Colombia?” es una recopilación de 25 textos, escritos por diferentes personajes de la vida académica, mediática y política de Colombia. En ella, autores como Mauricio García Villegas, Rodrigo Uprimny, Juan Gabriel Vásquez, Héctor Abad Faciolince, Alejandro Gaviria, entre otros; reflexionan sobre las maneras de mejorar a Colombia y aportan, desde su campo de trabajo, algunas posibles soluciones para crear un nuevo país.

La mayoría de los escritos parten de los resultados del plebiscito sobre la paz estable y duradera, presentado a la ciudadanía el 2 de octubre del año 2016, en el cual, con un margen pequeño, ganó el no a la aprobación de lo acordado con las FARC en La Habana. Muchos textos analizan a profundidad estos resultados, intentando explicar las razones de las votaciones o, adentrándose más en la historia del país, buscan demostrar que Colombia ha estado dividida tradicionalmente en posiciones a favor y en contra de muchos asuntos, lo que llevó a la votación de ese 2 de octubre.

Dentro de las reflexiones se encuentran muchos elementos comunes, entre estas se destaca la posición de Uprimny que encabeza esta reseña, en la cual se dice que la sociedad colombiana está acostumbrada a hablar sólo de los temas que le gustan con las personas que tienen su misma afinidad política o ideológica; lo que crea una visión parcial de lo que verdaderamente pasa en el país; pues se tiende a escuchar sólo aquello que ayuda a reforzar las posiciones que ya se han tomado, creando así una burbuja de realidad en la que todo es como creemos que es.

Otra reflexión que aparece en los escritos es la falta de identidad común en todo el país: no contamos con mitos fundadores, ni elementos que nos unan verdaderamente como país, por lo que, como dice Santiago Gamboa: “Somos tan libres que en el fondo estamos desamparados, como esos niños que deambulan solos por las calles. Así es nuestra libertad, que se parece tanto al abandono; la de quienes añoran una palabra de orden, una voz desde arriba que nos imponga un camino y nos alivie.” (P.73.)

De los 25 textos contenidos en el libro, me llamaron la atención dos; lo que no quiere decir que los otros sean malos, sino que la mayoría de los autores cuentan con columnas semanales en diferentes medios de comunicación, por lo que su posición frente a los temas que se discuten en este libro ya es conocida, e inclusive, ideas contenidas en este libro ya han sido tratadas en algunas columnas de los diferentes autores. Los dos textos que me llamaron más la atención fueron los de Julieta Lemaitre y Lina Buchely.

El texto de Lemaitre, magistrada de la Justicia Especial para la Paz, aborda el tema de las mujeres desplazadas y la construcción desde abajo; en este texto se muestra una perspectiva del clientelismo colombiano desde el punto de vista de las madres desplazadas y cabezas de hogar que tienen que hacer todo lo posible por llevar alimento a su casa y así poder sostener a sus hijos. Esta situación de desesperación e incertidumbre, llevan a aceptar ayudas de aquellos que están dispuestos a brindarla, sin importar que esa ayuda luego se tenga que retribuir con votos, pues para las madres es más importante contar con la ayuda de alguien que esté dispuesto a sacarlas de esa incertidumbre de no saber si esta noche podrán llevar comida a sus casas. Esta construcción desde abajo ayuda a comprender que el vacío institucional y estatal es llenado por fuerzas políticas que aprovechan estas situaciones y configuran redes clientelares que les ayudan a llegar luego al poder; pero, ¿cómo se puede culpar a una persona necesitada de buscar soluciones, si quien se las debe dar no está ahí para ayudarla y otro se aprovecha de su necesidad para capitalizarla en votos? El mensaje del texto es claro, la gratitud de las personas en estas situaciones es grande, pues siempre van a recordar quien las ayudó cuando más lo necesitaban.

El texto de Lina Buchely, por su parte, habla de las distancias de la paz. En un relato en primera persona, Buchely escoge situaciones de su propia vida para ejemplificar problemas de la cotidianidad del país. La distancia del centro y la periferia, simbolizada en Bogotá y Cali; la distancia entre el poder central y los poderes periféricos, y las distancias de las clases sociales. En este texto, a través de los diferentes símiles que hace Lina con su vida, se evidencia la necesidad irracional que tiene el colombiano por separarse de los demás, por crear barreras para impedir el acceso de los demás a su espacio, por la manera en que estar cerca o lejos de los centros de poder afecta la vida de una ciudad, un pueblo o un caserío; por la manera en que vivir lejos del trabajo afecta las dinámicas sociales y familiares; pero, sobre todo, porque esa distancia es algo que cada uno se encarga de construir alrededor de sí mismo, para medirse y relacionarse con los demás. El aspecto que más me asombró de este texto es que pone en evidencia comportamientos y realidades de nuestra vida cotidiana que se convierten en un microcosmos de aquello que tanto nos afecta en todo el país, y lo peor de esto, es que hacen parte de nuestras acciones diarias.

Sobre los demás textos, se puede decir que abordan problemáticas centrales de Colombia y buscan generar una solución a su manera. Elementos como la mejora en la educación pública, la construcción de una nueva sociedad con principios y comportamientos encaminados a la convivencia y la paz, el respeto y cuidado del medio ambiente, la reestructuración de los movimientos de izquierda, y en general una necesidad de escuchar, aceptar y convivir con el otro; son algunos de los ejes centrales de las maneras en que se busca mejorar a Colombia, partiendo de los acuerdos de paz con las FARC como oportunidad para implementar los cambios necesarios.

En resumen, el libro contiene buenas reflexiones alrededor de la necesidad de construir un mejor país, con aportes desde diferentes áreas del conocimiento, que enriquecen un debate que se debe dar en el menor tiempo posible. Sin embargo, algo que le agregaría al libro sería la voz de alguien que no haya estado de acuerdo con la implementación de los acuerdos de paz, pues el libro incurre en la misma situación que critica y es esa visión unilateral de las problemáticas. Me hubiera gustado leer en el libro a alguien que pensara diferente y ofreciera también una manera de mejorar a Colombia.
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