Solo quería bailar

La historia de Pili me ha resultado tan sorprendente como triste. Comienza hablándote en primera persona desde una visita al médico afectada por un hecho cuanto menos curioso y tremendamente escatológico.
Greta escribe la historia de Pili como Pili habla, una joven sevillana de clase trabajadora y con una cierta obsesión por todo lo relativo a caca, culo, pedo, pis. Y cuando descubrimos el lugar donde se encuentra ese consultorio médico, se apodera del lector una gran curiosidad por conocer cómo y por qué María del Pilar ha llegado hasta allí.
Lo vamos descubriendo poco a poco y entendiendo la presión y la rabia juvenil de una mujer marcada por diferentes abusos, la falta de empatía intrínseca a la burocracia administrativa y la precariedad de la juventud en ámbitos como la cultura.
Por todo ello, aunque a ratos las ocurrencias de Pili me hayan hecho reír y hasta carcajearme, con el paso de los días he reparado en el poso triste que esta novela me ha dejado.
Porque ella solo quería bailar.

Pili solo quería bailar. Dedicarse al ballet, a la danza, vivir de ello, recibir una ayuda pequeña de la Agencia para ir tirando y seguir luchando por su sueño, por lo único que sabía hacer.

Pero la burocracia y las instituciones lo ponen todo muy difícil, te hacen sentir tonta y te abandonan cuando lo necesitas.
Así que Pili acaba en la cárcel acusada de terrorismo.

🤔 Y desde la cárcel Pili nos va contando los momentos que la han llevado a la situación en la que está. Tanto dentro como fuera de la cárcel.

Todo su relato en primera persona está cargado de crítica hacia la formación artística, el sistema penitenciario, el papeleo, la famila...Un soliloquio cómico y dramático a la vez.

Es un verborrea de palabras y pensamientos encandenados con muchas palabrotas, contenido se*ual y escatológico. Pero es que así es Pili, directa y clara, y andaluza. Todo el libro está escrito como hablaría una persona sevillana, especialmente los diálogos.

Esto tengo que decir que al principio me chirriaba. A mí, que por las opos tengo el TOC de encontrar sin querer todas las faltas ortográficas y corregirlas, ver tantas palabras mal escritas me agotaba mentalmente 😅.

Este no es un libro para todos. Habrá muchas personas a las que tanta chabacanería no les guste. Pero también habrá otras a las que les llame la atención por la frescura, por las reflexiones que aporta y la crítica social que acompaña.

Yo estoy a caballo entre las dos cosas. Me ha gustado leer algo distinto y he sabido entender a Pili en sus locos actos. Ver otros puntos de vista es enriquecedor y, como docente que hace mil papeleos al año, me he sentido identificada con el hastío que produce la burocracia, aunque me lo tome con más filosofía que Pili 😅. Pero, a ratos, también me cargaba el vocabulario y la rápida encadenación de pensamientos sin control. No sé si este tipo de humor es para mí.

Las últimas paginas ya solo quería saber cómo llegó a estar en la cárcel y la verdad es que no me ha decepcionado el final.

Acabo de leer "Solo quería bailar" (Tránsito, 2023), de Greta García.

Greta García, bailarina, coreógrafa, directora de teatro, artista de circo, con varios premios en su haber, nos sorprende aquí con su primera novela.
Nos habla en ella de Pili, bailarina que está en la cárcel por problemas con la administración, y nos lo cuenta en andalú cerrado, con un lenguaje escatológico y sexual que no da tregua, con un sentido del humor corrosivo, vulgar, ordinario y triste, muy triste.
Se ha dicho que esta novela es hilarante; es cierto que muchas veces te saca la sonrisa cuando no la carcajada pero, ¡a qué precio! Porque lo que se nos cuenta aquí es la historia de los que nunca llegan a cumplir sus sueños, de los que tienen la vida en contra, de los máximos exponentes del fracaso del sistema.

Deja un poso amargo la lectura de este libro, con sus excesos, que pueden apartar a más de uno. Yo misma no creo necesarias tantas expresiones soeces, entiendo su función y no me escandalizo por ello, pero a veces he de reconocer que me han sobrado muchas.
Estoy de acuerdo en que esta obra se enmarca dentro de las dos corrientes imperantes en la literatura española actual: la de la oralidad y las historias muy personales (se escribe como se habla, con los regionalismos de turno, sin puntuaciones, sin ortografía,...) y la de denuncia de la precariedad y falta de horizontes de la llamada generación Z (nacidos entre 1997 y 2015, más o menos).

Algo de eso he encontrado en la novela, que me recuerda mucho a mi idolatrada "Panza de burro" de Andrea Abreu.
Cada una, con sus características propias, son obras merecedoras de una lectura atenta.

A veces una sólo querría una cerilla y un par de litros de gasolina para mandar a tomar por c*lo todo lo que conoce, porque lo que una conoce suele ser una m*erda.
Bueno, hay que especificar, las cosas que una conoce son una m*erda si una viene de una clase regulera, que le dicen media pero sabemos que es más bien baja, y esa una tiene sueños y pretensiones en la vida. Porque lo mejor que le podría pasar a una para tener esos sueños es dinero pero dinero es lo que falta. Y entonces una tiene que pedir ayudas y becas mientras trabaja en curros que nadie quiere hacer porque están mal pagados, y mientras espera a las resoluciones de las becas pero siempre se las dan a otras que, qué casualidad, son más guapas. Y cuando por fin le toca a ella, ese año la beca es sin dinero porque la vida está muy mala. Así que a una no le queda otra que prenderle fuego a todo, a los funcionarios, a las instituciones y a todo lo que se ponga por medio, porque son muchos años intentándolo y esperando para esto.

Esa es la historia de Pili, una mujer que solo quiere bailar, pero que no le dejan nunca y que al final, por quejarse (malamente, claro) acaba en la cárcel. Esta novela habla de muchas cosas pero las más destacables son: lo poco valoradas que están las artes en este país, los chanchullos burocráticos a los que tenemos que acabar sucumbiendo para todo, y el olvido de quienes acaban en prisión por parte de la institución. Y por supuesto, de la hartura, casi que jartura, con jota. Una en la que se demuestra la falta de respaldo que tenemos para cuidarnos la salud mental.

Sin duda son todo temazos. Y si una es de clase casi que baja y sevillana, pues tendrá que hablar en sevillano. Me gusta mucho y me parece muy bien traída la oralidad a este texto que es un flujo de conciencia que se da en las horas requetemuertas que Pili pasa en la cárcel.

Por poner un par de peros, a mí me sobra escatología, no siempre sé a qué viene; y a algunos temas o les faltan páginas o quizás, yo mejor no los habría mencionado.
Pero la realidad es que ya hace unos días que terminé la novela, y en un principio no sabía hasta qué punto me había gustado. Hoy la pienso con cariño y tristeza y la recomiendo a cualquiera a quien le guste las historias de extrarradio. Y eso es más que un balance positivo.

Pili solo queria bailar , pero cada uno tiene sus miserias,una familia que no elige y los deseos de una,que aveces se dan de golpe con la realidad.

La complejidad de llegar a fin de mes ,la formación,un empleo mal pagado que se mueve en la precariedad.

Una lesión hace que Pili tenga aún más difícil vivir de su pasión ,el baile ,sin paro y sin ayudas .

Termina entre rejas .El libro en si es una crítica muy bizarra al sistema penitenciario y a la burocracia,narrada en un acento regional Greta García usa el "andalú" como un elemento más para construir un personaje con mucha personalidad,Pili es mucha Pili y como las magdalenas XXL de su madre se puede atragantar a algunos lectores,por el uso o abuso de lo escatológico,de unas intimidades sexuales reiteradas en exceso .

Un libro sin filtros ,un personaje tan atípico dentro de la narrativa convencional que podría ser real.

Incómodo e irreverente me ha sacado de la zona de confort y me ha permitido disfrutar de una narrativa contemporánea,fuera de los cánones literarios.

El final me ha encantado y sorprendido ,la autora demuestra que además de construir una primera novela única ,el efecto sorpresa también lo sabe utilizar .

No es un libro que me atreva a recomendar,yo lo he disfrutado en conjunto y lo he tenido que dosificar porque si ,es intenso.