Solo quería bailar

Pili solo quería bailar. Dedicarse al ballet, a la danza, vivir de ello, recibir una ayuda pequeña de la Agencia para ir tirando y seguir luchando por su sueño, por lo único que sabía hacer.

Pero la burocracia y las instituciones lo ponen todo muy difícil, te hacen sentir tonta y te abandonan cuando lo necesitas.
Así que Pili acaba en la cárcel acusada de terrorismo.

🤔 Y desde la cárcel Pili nos va contando los momentos que la han llevado a la situación en la que está. Tanto dentro como fuera de la cárcel.

Todo su relato en primera persona está cargado de crítica hacia la formación artística, el sistema penitenciario, el papeleo, la famila...Un soliloquio cómico y dramático a la vez.

Es un verborrea de palabras y pensamientos encandenados con muchas palabrotas, contenido se*ual y escatológico. Pero es que así es Pili, directa y clara, y andaluza. Todo el libro está escrito como hablaría una persona sevillana, especialmente los diálogos.

Esto tengo que decir que al principio me chirriaba. A mí, que por las opos tengo el TOC de encontrar sin querer todas las faltas ortográficas y corregirlas, ver tantas palabras mal escritas me agotaba mentalmente 😅.

Este no es un libro para todos. Habrá muchas personas a las que tanta chabacanería no les guste. Pero también habrá otras a las que les llame la atención por la frescura, por las reflexiones que aporta y la crítica social que acompaña.

Yo estoy a caballo entre las dos cosas. Me ha gustado leer algo distinto y he sabido entender a Pili en sus locos actos. Ver otros puntos de vista es enriquecedor y, como docente que hace mil papeleos al año, me he sentido identificada con el hastío que produce la burocracia, aunque me lo tome con más filosofía que Pili 😅. Pero, a ratos, también me cargaba el vocabulario y la rápida encadenación de pensamientos sin control. No sé si este tipo de humor es para mí.

Las últimas paginas ya solo quería saber cómo llegó a estar en la cárcel y la verdad es que no me ha decepcionado el final.