Vamos al rincón oscuro, donde yo siempre te quiera, que no me importe la gente, ni el veneno que nos echa. |
Vamos al rincón oscuro, donde yo siempre te quiera, que no me importe la gente, ni el veneno que nos echa. |
También yo quiero dejarte si pienso como se piensa. Pero voy donde tú vas. Tú también. Da un paso. Prueba. Clavos de luna nos funden Mi cintura y tus caderas. |
Leñador 1. Ahora la estará queriendo. Leñador 2. El cuerpo de ella para él y el cuerpo de él para ella. |
Pero no es así. Se tarda mucho. Por eso es tan terrible ver la sangre de una derramada por el suelo. Una fuente que corre un minuto y a nosotros nos ha costado años. Cuando yo llegué a ver a mi hijo, estaba tumbado en mitad de la calle. Me mojé las manos de sangre y me las lamí con la lengua. Porque era mía. Tú no sabes lo que es eso. En una custodia de cristal y topacios pondría yo la tierra empapada por ella.
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¡Dichosa tú que vas a abrazar a un hombre, que lo vas a besar, que vas a sentir su peso!
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Pero quien la conozca a fondo no hay nadie. Vive sola con su padre allí, tan lejos, a diez leguas de la casa más cerca. Pero es buena. Acostumbrada a la soledad.
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No lo sé yo misma. Así, de pronto, siempre me sorprende. Yo sé que la muchacha es buena. ¿Verdad que sí? Modosa. Trabajadora. Amasa su pan y cose sus faldas, y siento, sin embargo, cuando la nombro, como si me dieran una pedrada en la frente.
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Vuestras lágrimas son lágrimas de los ojos nada más, y las mías vendrán cuando yo esté sola, de las plantas de losnpies, de mis raíces, y serán más ardientes que la sangre.
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La noche se está muriendo en el filo de la piedra. Vamos al rincón oscuro, donde yo siempre te quiera, que no me importa la gente, ni el veneno que nos echa.
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Aquí ha de ser, y pronto. Estoy cansada. Abren losncofres, y los blancos hilos aguardan por el suelo de la alcoba cuerpos pesados con el cuello herido.
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¿Cuáles fueron las primeras influencias que distinguen la lírica del autor?