En esta novela juvenil el autor nos muestra la curiosa vida de Nadie Owens, un niño acogido y criado desde que era un bebé por los muertos de un cementerio tras el asesinato de su familia a manos de un extraño individuo llamado Jack. En el cementerio será adoptado por el matrimonio Owens, una pareja fallecida hace más de ciento cincuenta años y que en vida no pudo tener descendencia. Allí Nadie aprenderá a cómo moverse dentro del mundo sobrenatural, vivirá algnas aventuras y permanecerá escondido y protegido por su tutor, Silas, un personaje oscuro y misterioso. En general el libro está bien pero a mí me ocurre con este autor que siempre espero más de sus historias y al final de la lectura me quedo con la sensación de que podría haber aprovechado mejor sus buenas ideas. Me pasó con American Gods y me ha ocurrido también con este, se salvan Stardust y Buenos presagios (aunque este último está escrito junto con el genial Terry Pratchett y creo que se salva por eso). Aún así, me gusta mucho la ambientación de la historia en un cementerio victoriano y la multitud de personajes anacrónicos y dispares de los que nos va contando lo que pone en sus lápidas y algo de sus curiosas vidas. La edición del libro es muy bonita con una maravillosa ilustración al comienzo de cada capítulo. Para fans de Gaiman y para los amantes de la literatura fantástica y juvenil es un libro que os gustará. Enlace: https://misgrandespasiones-r.. |