Supongo que debe de ser difícil matar a alguien que ya está muerto.
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Supongo que debe de ser difícil matar a alguien que ya está muerto.
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Nos convertimos en estados independientes con fronteras líquidas.
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Algunas personas parecen alegres por fuera, pero, si escuchas atentamente, puedes saber que están rotas por dentro.
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A veces, las cosas tienen que quedar turbias para poder limpiarlas.
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La gente cree que el bien y el mal son cosas opuestas, pero se equivoca: son la imagen inversa en un espejo roto.
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Parpadeo para ahuyentar las lágrimas. No merezco la compasión de nadie, ni siquiera de mí misma.
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La fama deja de impresionar cuando suprimes la humildad.
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Las mentiras son el mortero, mantienen los muros juntos. Si no hubiera tantas mentiras, los muros ya se habrían desmoronado. Sin embargo, en vez de dejar que se vinieran abajo, hemos construido una cárcel para nosotros mismos.
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Me encanta la ciudad por la noche. En la oscuridad, no se ven la suciedad ni el dolor.
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Cualquier persona a la que conoces tiene defectos. Inevitablemente. En mi caso, una vez que conozco lo suficiente a alguien para ver sus fisuras e imperfecciones, ya no me apetece continuar la relación. No evito a esas personas porque me considere mejor: es que no me gusta mirar mi propio reflejo.
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¿Cómo se llama el presentador de Los Juegos del Hambre?