A veces miento

Produce una extraña sensación leer tu historia a través de los ojos de otro. Tu propia verdad aparece algo distorsionada porque ya no es la tuya.

Para vivir, tengo que actuar como si ya estuviera muerta.

Camino con cuidado por una alfombra de mentiras, procurando no despertarlas.

A mí se me da bien escuchar, la gente dice toda clase de cosas si la escuchas.

La historia es un espejo, y nosotros solo somos versiones más viejas de nosotros mismos; niños disfrazados de adultos.

Papá ha estado empaquetando nuestras vidas en cajas de cartón. Hay trocitos de nuestra historia apilados por toda la casa, un laberinto de cosas olvidadas que no necesitaremos, cuidadosamente envueltas y empaquetadas como si fuesen preciosas.

Me he adiestrado a mí misma para no estremecerme ni apartarme, pero siempre he pensado que era absurdo aferrarse a alguien cuando sabes que tendrás que soltarlo.

No es la primera vez que guardo un recuerdo en una caja dentro de mi cabeza. A veces es el único modo de manejar las cosas.

Es curioso que una cosa tan pequeña pueda causar tanto daño y seguir como si nada

Me obligo a caminar hacia la casa, dejando fuera, en la calle, todas las verdades que no hemos compartido.