- Son demasiados los que quieren cambiarnos y muy pocos los que quieren que seamos nosotros mismos.
|
- Son demasiados los que quieren cambiarnos y muy pocos los que quieren que seamos nosotros mismos.
|
El miedo no me hacía débil. Lo que me hacía débil era dejar que me paralizara, que me hiciera agachar la cabeza v enmudecer. El miedo no era mi enemigo, sino mi maestro.
|
Es raro ver que, a ojos de todos, nadie es del todo humano hasta que hablamos con ellos y nos damos cuenta de que, a fin de cuentas, no somos tan distintos los unos de los otros.
|
Hay que redefinir el término 'normal». No conocemos todas nuestras posibilidades hasta que no empezamos a sobrepasar nuestros límites y nos atrevemos a correr riesgos, y cuanto más lo hacemos, menos nos importa lo que piensen los demás. No hay nada como sentirse libre.
|
Es raro ver qué, a ojos de todos, nadie es del todo humano hasta que hablamos con ellos y nos damos cuenta de que, a fin de cuentas, no somos tan distintos los unos de los otros.
|
No debemos disculparnos por quienes somos. Tenemos que ser nosotros mismos. Nunca ganaremos nada si vivimos escondiéndonos.
|
Cuanto más nos acercamos a algo que es bonito, menos bonito resulta. Lo que nos atrae es el misterio.
|
Ella me corrompió
|
El miedo no me hacía débil. Lo que me hacía débil era dejar que me paralizara, que me hiciera agachar la cabeza y enmudecer. El miedo no era mi enemigo, si no mi maestro.
|
La lección más importante que tenemos que aprender en la vida deberíamos aprenderla lo antes posible, y es que no tenemos que vivir en la realidad que se han inventado los demás.
|
¿Qué objetousaron como traslador en el Mundial de Quidditch?