Sé que a la mayoría de los que lo han leído se han quedado más que satisfechos, pero para mí ha sido una pequeña decepción.
Efímera es un libro carente de acción, pero me mantuvo enganchada por los descubrimientos que se hacían, la intriga por saber qué pasaría y saber qué haría Rhine al final.
Fiebre, en cambio, tiene mucha más acción que su predecesor, puesto que nuestros protagonistas están en constante movimiento y cambiamos de escenario cada dos por tres, pero esto no significa que sea mejor. ¿Por qué? Pues porque a pesar de tener más acción, me he quedado con la sensación de que no pasaba nada relevante. Sí, nuestros personajes van de un lado para otro, pero sin rumbo fijo. Sinceramente, no sé en que contribuyó a la historia cada lugar que visitábamos, porque en mi opinión no aportaron nada especial.
Tampoco me gustó que Rhine siempre sea la que destaque y sea tratada con favoritismo siempre. Me explico: en la mansión, Linden siente debilidad por Rhine, lo que le da ventaja y privilegios a ella. Ahora, la Madame del burdel la compara con su hija, dándole un trato "favorable"(dentro de lo que cabe) en comparación con las otras chicas. Esto me parece muy poco creíble, porque un golpe de suerte se tiene una vez, ¿pero dos? Que no es que quiera que Rhine sufra, que la pobre ya pasa por bastantes penurias, pero que tampoco le den un trato súper especial, porque es una persona como otra cualquiera.
Como protagonistas en esta novela tenemos a Rhine y a Gabriel. Rhine me gusta, creo que es un completo acierto que sea ella la voz que nos cuenta la historia, porque me parece una joven fuerte, dispuesta a luchar por su libertad y a encontrar a su hermano cueste lo que cueste. También podemos conocer mejor a Gabriel, ya que en el libro anterior solo tenemos pinceladas de su personalidad. En este se ahonda más en él, vemos lo valiente y protector que es y que está dispuesto a todo por Rhine. Es un chico encantador, tan bueno que me da mucha pena que tenga que pasar por esas cosas tan horribles. Es tan buena persona que no encaja en un mundo tan crudo. También contamos con numerosos personajes importantes, pero como cambiamos varias veces de lugar, ninguno se queda con nosotros tanto tiempo como para que le cojamos cariño ni tengamos nada que destacar de ellos.
La narración de la autora sigue encandilándome. A pesar de que no pasa nada importante, DeStefano consigue meternos en la historia de lleno y que no nos demos cuenta de las páginas que pasamos. Además, me ha gustado mucho poder saber cómo se vive desde dentro en la sociedad creada por la autora. Nos metemos en zonas bastante poco recomendables, desde un burdel hasta la choza de una vidente. El problema es que aunque conozcamos más la forma en la que vive la gente y las condiciones nefastas que soportan, no sabemos bien cómo se ha llegado a esta situación, lo que es una pena, porque he echado en falta explicaciones.
Debido a estas condiciones, nos encontramos en un mundo desesperanzador y crudo. No os voy a engañar, es un libro cruel. Nuestros personajes pasan situaciones horrorosas, sufrimos mucho con ellos, porque hay sucesos bastante desagradables.
Por último, el final no me ha gustado, debido a que ha sido volver al principio. Me ha dejado con la sensación de que Rhine y Gabriel han sufrido tanto para nada, y eso me dio muchísima rabia. Aun así, tengo muchas ganas de saber cómo termina la trilogía.
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