Tarde o temprano llega un frío terrible. Somos jóvenes, fuertes y nos va más o menos bien, pero en algún momento de la vida pasaremos por una crisis, que puede tomar mil formas: soledad, desazón inexplicable, enfermedad, desajuste químico, ruptura, apatía. Y llegaremos a la intemperie. La música, el arte, las lecturas, la filosofía; con lo vivido, lo escuchado y lo reflexionado se crea un búnker mental. Pero hay que tener los deberes hechos; uno pierde a la madre y no piensa: bueno, ahora voy a ponerme a escuchar Cadena Dial, a ver si me alivia. Se trata, dice Joan Margarit, de "convertir el dolor en tristeza. El dolor no se puede gestionar; la tristeza sí".
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