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ISBN : 8418998261
152 páginas
Editorial: Pepitas De Calabaza (01/02/2023)

Calificación promedio : 4.25/5 (sobre 18 calificaciones)
Resumen:
Una madre, con los dedos rígidos de triar naranjas en un almacén y limpiar pisos de vacaciones de otros. Una hija, también con los dedos rígidos, pero de teclear papers, tesis y mil trabajos académicos. Y algo que no encaja. La sensación de que debería estar pasando algo que nunca llega a pasar. Este libro nos presenta un rosario de mujeres extenuadas. La falsa promesa del trabajo duro se hace añicos entre estas páginas mientras suenan Camela o Estopa.

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Críticas, Reseñas y Opiniones (11) Ver más Añadir una crítica
Ros
 25 April 2023
Una excelente lectura de la primera novela de Bibiana Collado, ya que en el ámbito poético ya goza de un gran y merecido reconocimiento.

La autora es compañera y amiga de muchos amigos míos, es decir, tenemos conocidos y amistades en común, además de muchas otros aspectos, en el terreno profesional en el que coincidimos y estoy convencida que cuando nos veamos, hablaremos.

Y la verdad es que esta novela, Yeguas exhaustas, me ha provocado una enorme satisfacción, ha sido un placer leerla, es absolutamente genial y debo darle la enhorabuena.

Y si hablamos del título, pues es un gran acierto porque refleja perfectamente, lo que se expone en la obra, en ella las mujeres están cansadas, cargan con el peso del trabajo y de lo que les tolera la vida que tienen que aguantar, y siempre con resignación, son, por tanto, yeguas exhaustas, están físicamente extenuadas.

Y además del título y de una portada espectacular, también la edición es una maravilla, porque además de introducirnos alguna fotografía relacionada siempre con lo que se narra, y estar separada en capítulos, con títulos sugerentes, posee páginas en un color más oscuro que denomina incisos, son cuatro y el Remate final, en ellos se aclaran aspectos relevantes de su realidad y situación, en forma de diálogos extraordinarios y breves.

Un contenido realista y honesto con el que nos hace absolutamente cómplices, muy bien contado, donde nos transmite experiencias y reflexión, además de ser, visualmente, un libro maravilloso, atractivo y con poder. Lo tenemos todo.
Vamos a conocer a la protagonista.

Será a través del personaje de Beatriz, la protagonista , como nos narra en primera persona y muy cercana al lector, su vida, una vida en la que siente que no se han cumplido sus expectativas.

Pues su vida está vinculada a una familia trabajadora que llegó de Almería a la Comunidad Valenciana, donde han tenido que luchar por una integración que parece no estar nunca plenamente conseguida.

Todo ello , junto a sus implicaciones por las desigualdades de clase social y sus relaciones personales, son heridas que arrastrará durante mucho tiempo, ya que Beatriz está absolutamente imbuida y muy afectada por una relación amorosa, complicada, tormentosa y negativa, en la que fue ninguneada y despreciada.

Serán aspectos importantes que la convertirán en una mujer insegura a pesar de su licenciatura, sus excelentes notas, del máster y de trabajar como profesora. Sin embargo, ella no se siente nunca lo suficientemente válida.

Una obra que cobra interés en cada línea que lees ya que con absoluta franqueza lo que hace es dialogar con el lector al que le confía sus sentidas vivencias que marcan el paso del siglo XX al siglo XXI en España.

Y todo ello, tan bien contado a través de su propia experiencia que, lo que realizamos junto a ella, es un perfecto viaje de introspección en la que quedan muy bien reflejados todos los sentimientos que provocan en una vida, la vulnerabilidad, la valentía, el sufrimiento y la capacidad de trabajo en las mujeres.

Son sentimientos tan reales que sorprenden a la vez que, nos detenemos para pensar, explorar y cuestionarnos con ella todo lo que nos aporta en este ejercicio de memoria que llega a ser de ella y también de todos.

Elementos identificativos y reales de una etapa que también he conocido, y que me parece estar viviendo junto a ella

El pasado no es exactamente un álbum de fotos, el pasado no consiste en abrir ese álbum, ir pasando las páginas y ver fotos fijas, inmóviles y paradas en un espacio, en un tiempo y en un lugar.

El pasado es mucho más, el pasado tiene articulaciones , se mueve, recorre las calles por las que anduvimos, se centra en las personas que conocimos, dibuja en las paredes encaladas corazones atravesados por una flecha sangrante, cuando supimos enamorarnos.

El recuerdo ocupa la cabeza , el corazón y toda la amplitud de la sentimentalidad y se mueve, nos acompaña trasteando con nosotros, acompañándonos ante la demanda de cualquier visión, cualquier olor, cualquier sabor, una canción, una palabra, un paisaje, cualquier situación con remitente, llevándonos al camino donde comienzan los recuerdos.

Leer este libro es acercase a conocer de un modo extraordinario, una realidad que nos va a emocionar.

Buena historia, muy bien escrita con un potente argumentario y con una calificación de excelente.
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Gemmaentrelecturas
 23 November 2023
«Todos parecemos iguales»
 
Beatriz es un personaje cargado con el complejo de inferioridad, baja autoestima, nos narra en primera persona su historia y sentiremos esa sensación permanente de que nunca está a la altura de los demás. Nace de sus creencias, de cómo la han querido o de cómo se lo han expresado, más o menos acertada, experiencias tempranas que la señalan como diferente. «La cultura de agachar la cabeza se hereda». Se compara con los demás y se justifica para sí misma, ahondando más en esa diferencia que la señala, «¿Cómo iba yo a conocerlo?», socaba su identidad cultural, soy inferior, es imposible conocer todas las canciones del mundo, todos los libros que se publican, pero se reafirma en su complejo de inferioridad. Y esto hace que nazca un discurso negativo sobre la vida.
 
«Mi madre me transmitió que una buena mujer es la que rinde igual de bien, aunque este menstruando»
 
                Creció observado su entorno, una competición de dolor, «me da mucha pena pensar que hoy en día sigo calibrando el tamaño de mi mal para decidir si es contable y creíble». Nos quedaremos con la primera idea metida en la cabeza de la pequeña Beatriz, COMPETICIÓN. No da la talla, a ella no le duele la menstruación como al resto, por lo tanto, no puede quejarse. No es buena como doliente, se está comparando en algo nimio, esto cala y modela un pensamiento. Es un pensamiento irracional, del que es complicado zafarse, como iremos descubriendo. Nacerá más adelante un diferencia más significativa ampliará esa brecha, el idioma. 
 
«La educación femenina es esencialmente masoquista»

                Sí, así crece Beatriz, igual que hay hombres que crecen en la castración de las emociones, un hombre no llora, un hombre no muestra debilidad, ni sentimentalismos, la castración de la tristeza masculina. Esa visión distorsionada que tiene de ella misma la convertirá en presa fácil de personas indeseables, se ve más pequeña, menos valiosa que ese novio que no cumple con los parámetros de la narrativa. Actuaciones inconscientes y desesperadas, ¿por qué? Para demostrarse a sí misma que lo que le sucede se lo merece, es menos que el resto, ella no se merece un hombre maduro que la mantenga, reafirma la pobre opinión que tiene de ella. «Lolita nunca paga la cuenta».
 
                El miércoles en el Club de Lectura de la Librería Cervantes & Cía conoceré a la autora y hablaremos con ella de su obra. Estáis a tiempo.   

    
 Un gusto enorme escuchar a Bibiana ayer por la tarde. Os dejo un breve resumen, fuero  mucho las ideas, solo apunté algunas.

La primera pregunta que al lector le surge cuando lee una obra tan personal, tan cargada escenas cotidianas y conversaciones comunes, que plantea tantas preguntas y obliga a  reflexiones es, de dónde nace la idea. Bibiana respondió, "La historia sale de muchos sitios, sobre todo del desquite, de todo lo me ronda la cabeza y recoge los nudos que me aprietan". Pero también del proceso de escritura. Los capítulos cortos son breves relatos, al escribirlos surgían dudas, que hacían el marco de la historia cada vez más grande.

                  No todo lo escribe, el libro es una gran elipse, usando las palabras de la autora, lo realmente problemático no se cuenta, hasta dónde podemos decir, hasta dónde podemos hablar, "La escritura tiene cierta censura".
                   Una obra que trata sobre la violencia de clase, que persiste a lo largo de los años, los orígenes,  la lengua que señala, las becas, los estudios, esos máster y esas becas, la música. 

Yo veo en el texto una protagonista con inseguridad, yo leo cierta debilidad en Beatriz, falta de seguridad, quizá porque proyecto parte de mi propia personalidad por los puntos en común,  yo crecí en un pueblo, estudié en la gran ciudad, pero nunca me importaron las diferencias que me señalaban en la lengua, la ropa, la música y la vivienda. Bibiana aclaró este punto sobre Beatriz. 

Fue un placer conocer a la autora y esta interesante y amplia tertulia. 

 
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michislibris
 19 September 2023
Gracias a los ahorros de mis padres, y a las ayudas autonómicas y estatales, pude acceder a una universidad privada. Por aquel entonces yo creía que ese esfuerzo por entrar en una institución de “prestigio” —y, sobre todo, a una carrera que en esa universidad estaba bien valorada— se vería recompensado en el futuro. Tampoco pensaba demasiado en cual sería la recompensa, pero con solo decir que iba a ir a “la privada” ya sentía cierto regusto placentero que hacía que ignorase el futuro como si se tratase de un horizonte lejano que nunca llegaría, algo sobre lo que ya tendría tiempo de pensar.

Sin embargo, cuando el tiempo fue pasando en la universidad y me di cuenta de que la mayoría de mis compañeros no estaban allí gracias a las becas y los ahorros, y que muchos conseguían sus oportunidades laborales por ser “hijos de” o “nietos de”, algo se rompió. Y yo pensé: ¿Ahora qué?

Tener dinero e influencia no solo te da acceso a lugares a los que muchas nunca podremos llegar, sino que te proporciona un lugar, una presencia y una seguridad en el mundo que te quita el miedo a equivocarte. Sin embargo, las que pasamos de puntillas por los espacios vivimos con la angustia de no saber qué habrá después. Y, sobre todo, con la culpa de pensar en todo lo que se ha sacrificado para estar en ese lugar al que ni siquiera sabemos si pertenecemos.

Todo esto lo cuento para decir que una experiencia que muchas veces aísla y empequeñece en realidad es lo vivido por muchas de nosotras. Entre ellas, por Bibiana Collado Cabrera, quien relata en sus ‘Yeguas exhaustas', a modo de diario y a través del personaje de Beatriz, esa exclusión y ese cansancio que son inherentes a la clase y, especialmente, a la clase y al género.

“Hablar del complicado acceso a la cultura en este país a las élites culturales de este país, hablar de la sensación de seguir siendo los de abajo aunque nos llenemos de títulos académicos, hablar de una humildad servil heredada que dobla imperceptiblemente nuestra espalda como el peso blando pero inevitable de una toalla mojada”.

Sin embargo, esta novela que tanto me ha removido por dentro, también me ha dado fuerza. Hace unos días inauguramos una nueva edición del club de lectura con ella y entre todas conseguimos crear un entorno de resistencia y memoria colectiva que pocas veces había experimentado. La historia de clase de una es la historia de muchas, y me parece absolutamente necesario que cada vez más, sea a través de la ficción o la no ficción, traigamos este tipo de narrativas que tanto acompañan.

“Déjame contar algo más, aunque sigamos sin decirlo todo. ¿Me dejas?”
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Lorexerez
 20 February 2024
YEGUAS EXHAUSTAS
En los últimos 6 días he sentido que (Beatriz) @bibiana.collado.cabrera cada noche se sentaba a mi lado y me contaba su vida.
Como se la contamos a quien tenemos en frente, a veces, dando saltos en el tiempo, volviendo del pasado al presente, porque necesito explicarte por qué me pasa esto hoy, porque es fundamental saber los orígenes y las circunstancias, porque de aquellos polvos estos lodos…
Me he sentido inmensamente identificada con su historia, yo también soy de los de abajo, y también soy mujer, las dos grandes brechas, clase social y género. Yo también soy una yegua que galopa sin descanso, yo también estoy rodeada de yeguas exhaustas, de simple cansancio, de simple sobrevivir.
También he sido “desactivada como una bomba”, dañada hasta volverme inocua.
Y también hubo un tiempo en que renegué de Camela.
Y después de tanto #metoo solo me queda decir que un día me enamoré a primera vista de esa preciosa portada, que leía reseñas y sinopsis y mi atracción aumentaba, durante la lectura la he disfrutado, he sufrido y llorado junto a ella, y ahora que se acabó me quedo con ganas de más @bibiana.collado.cabrera, con nostalgia de lo vivido y con anhelo de seguir galopando.🖤🐎 🐎 🐎

✍ @bibiana.collado.cabrera
📖 Leído en papel, 143 páginas
📚@pepitaseditorial

#libros #leoyreseño #feminismo #mujeres #yeguasexhaustas #leoautorastodoelaño #leomujerestodoelaño #leomujeres
#leoautoras #instabooksespaña #instabookstagram #instabooks #bookstagramespaña #bookstagrammer #bookstagram #lecturarecomendada
#losdeabajo #violenciamachista
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abooksplace
 21 June 2023
No estamos cansadas. Estamos exhaustas.
Exhaustas de ver cómo se han deslomado nuestras madres y abuelas, no sólo en el trabajo algunas, sino en casa todas, sin nunca reconocer (ni ellas ni nadie) sus méritos, y siendo además el cero a la izquierda dentro de las decisiones de la unidad familiar.
Exhaustas de haber sido, nosotras, educadas en ese "esfuérzate pero sin molestar" que ellas mamaron, y que no nos ha permitido siempre demandar nuestro lugar en nuestras nuevas labores y unidades familiares, tragando mucho más de lo que cualquier hombre aceptaría.
Exhaustas de no pertenecer a clases acomodadas a las que todo se les brinda como caído del cielo, sin tener que mover un dedo ni una ceja, mientras además, todos alrededor les ríen las gracias.
Exhaustas de tener que escalar montañas escarpadas para llegar a los mismos lugares que esas clases acomodadas, y aún así, aunque lleguemos a las cumbres, la bandera la plantarán ellos primero.

Bibiana Collado Cabrera comenta estos y otros temas, que no son nuevos, pero que son necesarios recordar porque no están superados. Venir de una cierta familia y vivir en un cierto entorno te moldea de una cierta forma que hará que hables y te muevas de una cierta manera. Que siempre es delatora, que nunca favorece. Y siempre hay quienes, alrededor, saben aprovechar tus flaquezas, ya sea una pareja tóxica, un compañero de clase no obrera, un sistema capitalista que no parece agotarse y que se empuja gracias a la precariedad.

Y además de esto, Bibiana habla concretamente de dos temas menos tratados habitualmente pero igual de importantes para este desclasamiento frustrado: la falta de referentes (sobre todo musicales en este caso) y el uso de un cierto idioma (siendo ella de un pueblo valenciano, aunque hija de almerienses). A veces una no sabe cómo actuar, cómo parecer más guay de lo que se cree y que no se le note ese posible paletismo. A veces una no siempre tenía los medios para superarse, y aunque hoy se realce una cierta cultura "de barrio", se hace con una cierta mirada paternalista, no de corazón.

Qué se yo, podría hablar largo y tendido de este libro, pero yo también –como Beatriz, la protagonista de Yeguas exhaustas– pido perdón a menudo: no quiero aburrir, no quiero molestar, no me quiero ir por las ramas.
Así que por resumir: que este libro llegue a muchos hogares y sea leído por muchos pares de ojos.
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Citas y frases (20) Ver más Añadir cita
LavidamurmuraLavidamurmura17 June 2023
Mi madre trabajaba en silencio, con furia y con pena. No he visto a nadie currar con esa fuerza casi sobrehumana. Ahora que soy adulta pienso que yo no podría hacerlo. Creo que habría caído exhausta en algún punto de las dieciséis horas casi ininterrumpidas que ella llegaba a trabajar. Creo que mi cuerpo, sencillamente, habría colapsado. Sería bello decir que admiro a mi madre por su capacidad para darnos amor o para ser feliz, pero sería mentira. Yo admiro a mi madre de una forma pura y primitiva. Admiro su resistencia fisica, su capacidad de trabajo hasta la extenuación, su potencia para sostener materialmente a la tribu. Su innata disposición a la supervivencia.
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LavidamurmuraLavidamurmura18 June 2023
Si lo pienso detenidamente, es posible que todas las broncas fueran la misma bronca. Sí, creo que sí. Y nuestra relación, un chicle mascado hasta el infinito, sin sabor, que hemos estado a punto de tragarnos varias veces, pero que no nos atrevemos a escupir por temor a la inercia de nuestras mandíbulas.
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LavidamurmuraLavidamurmura18 June 2023
No es fácil enfrentarse cada día a lo que vamos dejando de ser, al cuerpo que ya no ostentamos, al deseo que ya no abanderaremos. Verlas a ellas es ver lo que ya no somos, lo irrecuperable. Y no duele por irrecuperable. No es la melancolía lo que nos embarga, sino el miedo a una sociedad que nos enfrenta a ellas, que nos hace competir con ellas porque todas somos medidas por el mismo rasero, porque no hay ligas que nos diferencien. Porque todas somos cuerpo y sexo en potencia y el mundo nos somete a una comparación constante que algunos días te ahoga.
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LavidamurmuraLavidamurmura16 June 2023
Ahora pienso en aquella niña y me da pena que solo sentir mucha pupa la hiciera creerse digna de la queja. Y me da más pena pensar que hoy en día sigo calibrando el tamaño de mi mal para decidir si es contable y, lo más importante, creíble: ¿me creerán si les digo que me duele? ¿Sufro lo suficiente como para que merezca ser contado?
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LavidamurmuraLavidamurmura17 June 2023
Crecer consistió en ir entendiendo los motivos por los que mi madre casi siempre estaba seria y triste. El principal de ellos era sencillo, sencillo y apabullante: estaba cansada. No cansada metafóricamente, no cansada del mundo y sus problemas, de la incomprensión o de las peleas. No. Estaba literalmente cansada, físicamente cansada. Reventada de tanto currar, como una yegua siempre exhausta al final de una carrera que no se acaba nunca.
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Video de Bibiana Collado Cabrera (1) Ver másAñadir vídeo
Vidéo de Bibiana Collado Cabrera
Una excelente entrevista a Bibiana Collado sobre su magnífica obra Yeguas exhaustas, que desde su portada, ya nos invita a la lectura .
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