Yeguas exhaustas de Bibiana Collado Cabrera
Si lo pienso detenidamente, es posible que todas las broncas fueran la misma bronca. Sí, creo que sí. Y nuestra relación, un chicle mascado hasta el infinito, sin sabor, que hemos estado a punto de tragarnos varias veces, pero que no nos atrevemos a escupir por temor a la inercia de nuestras mandíbulas.
|