El dios de piedra

Cuando empecé a leer 'El Dios de Piedra' no podía imaginar que poco a poco, casi sin advertencia, la oscuridad iba a inhundar cada una de sus páginas. Y es que este libro es justo eso: tinieblas y depravación.
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La novela sigue los pasos de Paulus Kempt, un agitador laboral que tras un encontronazo con la policía se refugia en una apartada colonia de finlandeses. de forma inmediata Kempt queda conmovido por la amabilidad y entrega de sus anfitriones, prendado por sus tradiciones y su folclore y deslumbrado por la mujer de la casa. Apoderado por la obsesión y creyéndose divino inicia un juego macabro de manipulación aprovechando las historias de superstición finlandesas.
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La novela gira en torno a la obsesión que envuelve al protagonista. Una obsesión que disfraza de amor y le lleva a cometer actos despreciables. Una bajada a los infiernos que también experimenta el lector gracias al poder que el autor le da al personaje principal, convirtiéndolo en un ser detestable y, a la vez, sumamente atractivo.
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Leonard Cline teje una novela original en torno a las leyendas y al folclore finlandes, rica en descripciones de delicada belleza onírica e impegnada de negrura. Un libro inquirtante que va de menos a más, que desconcierta por momentos, pero que ejerce sobre el lector una especie de encantamiento que hace imposible soltarlo. No conocía al autor, creo que pocos lo conocen, y me ha sorprendido mucho. Es realmente bueno escribiendo; su lenguaje es muy cuidado y es capaz de crear escenas muy certeras.