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#retoegipcio2023 de @inquilinas_netherfield. Premisa “Misterio y Terror”. Como podéis ver, para esta propuesta del reto me he decantado por el misterio con letras mayúsculas En los años 30 una expedición del Museo Metropolitano de Nueva York halló cerca del templo de Luxor una serie de cartas. Entre ellas figuraba la de un sacerdote de Ra llamado Heqanakht escribía a su hijo mayor, Merisu, y a su casa. En ellas, Heqanakht se preocupa por lo que se hace en su casa, se preocupa por lo que sucede con sus cosechas, se interesa por el mercado agrícola de la época, defiende a una criada del desprecio de su familia, recuerda como actuó cuando hubo sequía… Ya amenaza a los suyos, si siguen vejando a su segunda esposa. estas cinco cartas son frases que nos permite echar un vistazo a como debió de ser el día a día de una familia a principios del Egipto Medio. Y fueron muy inspiradoras para la Reina del Crimen, Agatha Christie. Casada en segundas nupcias con el afamado arqueólogo Max Mallowan, Cristhie acompañó a su esposo en sus expediciones arqueológicas, en las cuales no solo le ayudo, sino que adquirido muchos conocimientos sobre esta materia y un inmenso amor hacia las culturas del Medio Oriente, como la egipcia y la mesopotamica. Este amor se reflejo en varios de sus libros, como este que nos ocupa, que fue escrito con el asesoramiento del arqueólogo Stephen Glanville , a quien está dedicada la obra. El libro es una rara avis dentro de su producción y entorno a él hay varias curiosidades. Es la única de las novelas de Christie en la que no aparecen personajes europeos y que no está ambientado en la época en la que vivió la autora, sino que lo está en el antiguo Egipto (donde también ambientó una obra de teatro sobre el faraón Akenatón). Su título original en inglés “Death Comes as the End ”, que no tiene nada que ver con el que tiene la traducción al español, y hace referencia a un dicho egipcio que es mencionado por uno de los personajes durante la historia. Además, cabe destacar que es la segunda novela de la Reina del Crimen con mayor cómputo de muertes, tan solo superada por la famosa “Diez Negritos”. Año 2000 a.C. Orilla occidental del Nilo. Prematuramente viuda, la joven Renisenb vuelve junto a su hija al hogar de su padre Imothep, en el cual también viven sus tres hermanos con las esposas e hijos de los dos mayores. Aunque aparentemente todo sigue igual que cuando abandonó su hogar, pronto Renisenb descubrirá que todos miembros de su familia reflejan ante los demás una imagen falsa. Las cuales se desencadena cuando el cabeza de familia trae vivir a la hacienda a su nueva concubina, Nofret. Hermosa, maliciosa y rencorosa, pronto Nofret enraizara el ambiente familiar y sacara a la luz la verdadera naturaleza de cada uno de los miembros de la familia. La repentina muerte de la concubina será el principio de una serie de macabros sucesos que cambiarán la visión que Renisenb tiene de los suyos y traerá la tragedia a la casa. ¿Una de asesinatos, ambientada en el antiguo Egipto? Esa idea solita ya me tiene conquistada. Y si además la historia corre a cargo de la tía Agatha, el disfrute y el deleite están asegurados. Que la ambientación de la historia sea en esta época me pareció desde el principio algo increíblemente original, y cogí el libro con muchas expectativas por saber cómo se las iba a componer la reina del crimen en este ámbito. Y el resultado no ha podido ser más satisfactorio. Hacía mucho que no disfrutaba tanto de una lectura de esta autora. Y eso que libro que leo de ella, libro que me encanta. Pero es que en “La Venganza de Nofret” siento que es uno de los libros más pulidos de la escritora británica. Como ya mencionado más arriba, lo que diferencia, esta historia de otras de la autora es su ambientación en el antiguo Egipto, y que contó con asesoramiento para hacerla lo más históricamente exacta posible, y eso se nota. Ya en el prólogo de la obra, Cristhie advierte que la trama está ambientada en el 2000 a.C. cómo podría haberlo estado en cualquier otro momento de la historia egipcia. de hecho, el contexto histórico de Egipto en esa época se menciona pocas veces, y cuando lo hace es más bien de pasada. A la autora no le interesa tanto la historia como el transmitir como era la vida en esa época y el sentir de sus habitantes. Me ha gustado mucho el detalle que los personajes de este libro sean gente corriente y normal de la época, que por una vez una ficción ubicada en el antiguo Egipto, se aleje de las pirámides, los faraones y las conspiraciones políticas. A lo largo de las más de 300 páginas del volumen, vemos cómo era la vida en una hacienda egipcia, el que el trabajo agrícola y doméstico marcan los compases de las vidas de sus habitantes. No en vano, cada uno de los capítulos en los que se articula la novela tiene al principio una indicación de cuando sucede según el calendario agrícola egipcio tan importante en la vida y discurrir de esta cultura. Toda la atmósfera tiene algo de onírico y vibrante, y en ella queda patente la importancia que este pueblo le daba a la muerte y como, curiosamente, eso les hacía profundamente vitales. Se nota la pasión de Christie por este mundo ya pasado en la forma en que se recrea en describir los paisajes agrícolas egipcios enmarcados por el lento y eterno paso del rio Nilo. Las descripciones son someras, en Christie y siempre lo son, bien, tienes un algo hipnótico y atrayente que fluye perfectamente hacia el lector y le lleva a ese entorno. Es genial la forma en que Agatha Christie lleva muchos de los elementos típicos de sus novelas a la época egipcia. Buena parte de sus trabajos tienen como telón de fondo a familias aparentemente normales y sencillas, pero cuyos miembros esconden en un interior mucho más oscuro; repleto de secretos, rencores y ambiciones que los diferentes asesinatos, que tan famosa han hecho a la autora, sacan a la luz. Parece como si la autora nos quisiera decir que la vida familiar nunca es fácil, independientemente del contexto y de la época. Desde luego el marco familiar que aquí prepara se predispone para la tragedia; con un padre pomposo y presuntuoso que trata de imponerse a unos hijos deseosos de tener más poder y mal dispuestos unos contra otros por mas riquezas y el poder. A estoy hay que incluir una abuela tan inteligente como deslenguada; una criada que mal mete siempre que puede; dos nueras tan diferentes entre sí como igualmente ambiciosas; un escriba tan inteligente como callado y un hermoso administrador. Con todo ello el coctel está servido. Una vez más Christie despliega en pocas páginas con gran eficacia ante el lector una variopinta lista de caracteres con una psicología nítida y clara. Cada uno de los caracteres ira mostrándose como realmente es a medida que vaya desarrollándose la trama de una forma clara. Quizás lo que más me descoloco cuando empecé la lectura fue que como no estoy muy acostumbrada a los nombres egipcios, al principio me hacía mucho lío con quien era quien dentro del cuadro familiar. Pero rápidamente me fui enterando de todo, y no tarde en distinguir perfectamente a cada uno de los personajes. El perfil de todos ellos está muy bien desarrollado, para mi “La Venganza de Nofret” es uno de los trabajos de Christie que tiene de los mejores desarrollos en este aspecto. Excepto por una pocas escenas, vemos todos los acontecimientos desde el punto de vista de Renisenb. Si es lo que me ha sorprendido es que al principio el personaje me parecía muy insignificante y carente de fuerza, de hecho, me daba la impresión de que apenas contaba nada dentro del núcleo familiar. Sin embargo, poco a poco a medida que se va desarrollando la trama, percibí que Renisenb ganaba más confianza en sí misma, y con ello más fuerza, lo que hacía que su carácter evolucionase y ganará en matices, una evolución que eclosiones en las últimas páginas de la novela, de una forma realmente hermosa. A todo estoy hay que sumarle la manera como Christie maneja todo el misterio y la tensión. Se trata de uno de los ejemplos dentro de la bibliografía de la reina del crimen en el que no hay un detective propiamente dicho. Quienes realmente descubren todo y desentrañar. el misterio son Esa, madre de Imothep y abuela de Renisenb; y Hori, el silencioso y sensato escriba de la hacienda. Y estos tres personajes serán los que se moverán entre los hilos de una maraña de conspiraciones, rencores, familiares, ambiciones, asesinatos y maldiciones. El misterio va haciéndose más grande y complicado a un ritmo bueno y trepidante, mientras que la forma en que Christie lleva la tensión está muy conseguida, puesto que va aumentando con el ritmo de las muertes. Y hay un elemento fantasmagórico que le da a todo un toque sobrenatural que ha hecho que disfrute de todo mucho más y que le da a la historia una atmósfera muy atrayente. Agatha logra recrear un microcosmos familiar a la par que crea una trama llena de misterios y giros de guión impactantes. La novela atrapa totalmente, uno puede sentir como cada personaje va preocupándose y asustándose más y más mientras el clima de peligro va aumentando y las incógnitas por suceder van apareciendo. Hacía mucho que una obra de Christie no me tenía tan absorbida mientras leía. No había ningún personaje del que no dudase, por la forma en que todo se mostraba ante mí como lectora y por como la historia me hacia desconfiar, ya que era imposible poner la mano en el fuego por ninguno de los caracteres. Su desenlace es impactante y sorprendente, realmente no me lo veía venir ni por asomo. Siempre digo que cuando les varias de las novelas de Agatha, llega un momento en que le pillas el punto y acabas por ver por dónde van a ir los tiros en las siguientes lecturas. Pero esta vez debo decir que la autora ha sabido sorprenderme y tenerme engañada hasta sus páginas finales. Sin lugar a dudas desde ahora “La Venganza de Nofret” ocupara un lugar de honor entre mis lecturas de Agatha Christie como uno de mis favoritos de esta autora. Como todas sus obras es absolutamente adictiva, muy ligera y relativamente corta, por lo que en nada se hace. . |
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