La venganza de Nofret

#retoegipcio2023 de @inquilinas_netherfield. Premisa “Misterio y Terror”.

Como podéis ver, para esta propuesta del reto me he decantado por el misterio con letras mayúsculas

En los años 30 una expedición del Museo Metropolitano de Nueva York halló cerca del templo de Luxor una serie de cartas. Entre ellas figuraba la de un sacerdote de Ra llamado Heqanakht escribía a su hijo mayor, Merisu, y a su casa. En ellas, Heqanakht se preocupa por lo que se hace en su casa, se preocupa por lo que sucede con sus cosechas, se interesa por el mercado agrícola de la época, defiende a una criada del desprecio de su familia, recuerda como actuó cuando hubo sequía… Ya amenaza a los suyos, si siguen vejando a su segunda esposa. estas cinco cartas son frases que nos permite echar un vistazo a como debió de ser el día a día de una familia a principios del Egipto Medio. Y fueron muy inspiradoras para la Reina del Crimen, Agatha Christie. Casada en segundas nupcias con el afamado arqueólogo Max Mallowan, Cristhie acompañó a su esposo en sus expediciones arqueológicas, en las cuales no solo le ayudo, sino que adquirido muchos conocimientos sobre esta materia y un inmenso amor hacia las culturas del Medio Oriente, como la egipcia y la mesopotamica. Este amor se reflejo en varios de sus libros, como este que nos ocupa, que fue escrito con el asesoramiento del arqueólogo Stephen Glanville , a quien está dedicada la obra. El libro es una rara avis dentro de su producción y entorno a él hay varias curiosidades. Es la única de las novelas de Christie en la que no aparecen personajes europeos y que no está ambientado en la época en la que vivió la autora, sino que lo está en el antiguo Egipto (donde también ambientó una obra de teatro sobre el faraón Akenatón). Su título original en inglés “Death Comes as the End ”, que no tiene nada que ver con el que tiene la traducción al español, y hace referencia a un dicho egipcio que es mencionado por uno de los personajes durante la historia. Además, cabe destacar que es la segunda novela de la Reina del Crimen con mayor cómputo de muertes, tan solo superada por la famosa “Diez Negritos”.

Año 2000 a.C. Orilla occidental del Nilo. Prematuramente viuda, la joven Renisenb vuelve junto a su hija al hogar de su padre Imothep, en el cual también viven sus tres hermanos con las esposas e hijos de los dos mayores. Aunque aparentemente todo sigue igual que cuando abandonó su hogar, pronto Renisenb descubrirá que todos miembros de su familia reflejan ante los demás una imagen falsa. Las cuales se desencadena cuando el cabeza de familia trae vivir a la hacienda a su nueva concubina, Nofret. Hermosa, maliciosa y rencorosa, pronto Nofret enraizara el ambiente familiar y sacara a la luz la verdadera naturaleza de cada uno de los miembros de la familia. La repentina muerte de la concubina será el principio de una serie de macabros sucesos que cambiarán la visión que Renisenb tiene de los suyos y traerá la tragedia a la casa.

¿Una de asesinatos, ambientada en el antiguo Egipto? Esa idea solita ya me tiene conquistada. Y si además la historia corre a cargo de la tía Agatha, el disfrute y el deleite están asegurados. Que la ambientación de la historia sea en esta época me pareció desde el principio algo increíblemente original, y cogí el libro con muchas expectativas por saber cómo se las iba a componer la reina del crimen en este ámbito. Y el resultado no ha podido ser más satisfactorio. Hacía mucho que no disfrutaba tanto de una lectura de esta autora. Y eso que libro que leo de ella, libro que me encanta. Pero es que en “La Venganza de Nofret” siento que es uno de los libros más pulidos de la escritora británica.

Como ya mencionado más arriba, lo que diferencia, esta historia de otras de la autora es su ambientación en el antiguo Egipto, y que contó con asesoramiento para hacerla lo más históricamente exacta posible, y eso se nota. Ya en el prólogo de la obra, Cristhie advierte que la trama está ambientada en el 2000 a.C. cómo podría haberlo estado en cualquier otro momento de la historia egipcia. de hecho, el contexto histórico de Egipto en esa época se menciona pocas veces, y cuando lo hace es más bien de pasada. A la autora no le interesa tanto la historia como el transmitir como era la vida en esa época y el sentir de sus habitantes. Me ha gustado mucho el detalle que los personajes de este libro sean gente corriente y normal de la época, que por una vez una ficción ubicada en el antiguo Egipto, se aleje de las pirámides, los faraones y las conspiraciones políticas. A lo largo de las más de 300 páginas del volumen, vemos cómo era la vida en una hacienda egipcia, el que el trabajo agrícola y doméstico marcan los compases de las vidas de sus habitantes. No en vano, cada uno de los capítulos en los que se articula la novela tiene al principio una indicación de cuando sucede según el calendario agrícola egipcio tan importante en la vida y discurrir de esta cultura. Toda la atmósfera tiene algo de onírico y vibrante, y en ella queda patente la importancia que este pueblo le daba a la muerte y como, curiosamente, eso les hacía profundamente vitales. Se nota la pasión de Christie por este mundo ya pasado en la forma en que se recrea en describir los paisajes agrícolas egipcios enmarcados por el lento y eterno paso del rio Nilo. Las descripciones son someras, en Christie y siempre lo son, bien, tienes un algo hipnótico y atrayente que fluye perfectamente hacia el lector y le lleva a ese entorno.

Es genial la forma en que Agatha Christie lleva muchos de los elementos típicos de sus novelas a la época egipcia. Buena parte de sus trabajos tienen como telón de fondo a familias aparentemente normales y sencillas, pero cuyos miembros esconden en un interior mucho más oscuro; repleto de secretos, rencores y ambiciones que los diferentes asesinatos, que tan famosa han hecho a la autora, sacan a la luz. Parece como si la autora nos quisiera decir que la vida familiar nunca es fácil, independientemente del contexto y de la época. Desde luego el marco familiar que aquí prepara se predispone para la tragedia; con un padre pomposo y presuntuoso que trata de imponerse a unos hijos deseosos de tener más poder y mal dispuestos unos contra otros por mas riquezas y el poder. A estoy hay que incluir una abuela tan inteligente como deslenguada; una criada que mal mete siempre que puede; dos nueras tan diferentes entre sí como igualmente ambiciosas; un escriba tan inteligente como callado y un hermoso administrador. Con todo ello el coctel está servido.

Una vez más Christie despliega en pocas páginas con gran eficacia ante el lector una variopinta lista de caracteres con una psicología nítida y clara. Cada uno de los caracteres ira mostrándose como realmente es a medida que vaya desarrollándose la trama de una forma clara. Quizás lo que más me descoloco cuando empecé la lectura fue que como no estoy muy acostumbrada a los nombres egipcios, al principio me hacía mucho lío con quien era quien dentro del cuadro familiar. Pero rápidamente me fui enterando de todo, y no tarde en distinguir perfectamente a cada uno de los personajes. El perfil de todos ellos está muy bien desarrollado, para mi “La Venganza de Nofret” es uno de los trabajos de Christie que tiene de los mejores desarrollos en este aspecto. Excepto por una pocas escenas, vemos todos los acontecimientos desde el punto de vista de Renisenb. Si es lo que me ha sorprendido es que al principio el personaje me parecía muy insignificante y carente de fuerza, de hecho, me daba la impresión de que apenas contaba nada dentro del núcleo familiar. Sin embargo, poco a poco a medida que se va desarrollando la trama, percibí que Renisenb ganaba más confianza en sí misma, y con ello más fuerza, lo que hacía que su carácter evolucionase y ganará en matices, una evolución que eclosiones en las últimas páginas de la novela, de una forma realmente hermosa.

A todo estoy hay que sumarle la manera como Christie maneja todo el misterio y la tensión. Se trata de uno de los ejemplos dentro de la bibliografía de la reina del crimen en el que no hay un detective propiamente dicho. Quienes realmente descubren todo y desentrañar. el misterio son Esa, madre de Imothep y abuela de Renisenb; y Hori, el silencioso y sensato escriba de la hacienda. Y estos tres personajes serán los que se moverán entre los hilos de una maraña de conspiraciones, rencores, familiares, ambiciones, asesinatos y maldiciones. El misterio va haciéndose más grande y complicado a un ritmo bueno y trepidante, mientras que la forma en que Christie lleva la tensión está muy conseguida, puesto que va aumentando con el ritmo de las muertes. Y hay un elemento fantasmagórico que le da a todo un toque sobrenatural que ha hecho que disfrute de todo mucho más y que le da a la historia una atmósfera muy atrayente. Agatha logra recrear un microcosmos familiar a la par que crea una trama llena de misterios y giros de guión impactantes. La novela atrapa totalmente, uno puede sentir como cada personaje va preocupándose y asustándose más y más mientras el clima de peligro va aumentando y las incógnitas por suceder van apareciendo. Hacía mucho que una obra de Christie no me tenía tan absorbida mientras leía. No había ningún personaje del que no dudase, por la forma en que todo se mostraba ante mí como lectora y por como la historia me hacia desconfiar, ya que era imposible poner la mano en el fuego por ninguno de los caracteres. Su desenlace es impactante y sorprendente, realmente no me lo veía venir ni por asomo. Siempre digo que cuando les varias de las novelas de Agatha, llega un momento en que le pillas el punto y acabas por ver por dónde van a ir los tiros en las siguientes lecturas. Pero esta vez debo decir que la autora ha sabido sorprenderme y tenerme engañada hasta sus páginas finales.

Sin lugar a dudas desde ahora “La Venganza de Nofret” ocupara un lugar de honor entre mis lecturas de Agatha Christie como uno de mis favoritos de esta autora. Como todas sus obras es absolutamente adictiva, muy ligera y relativamente corta, por lo que en nada se hace.
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Un misterio escrito por Agatha Christie ambientada en el antiguo Egipto ¿Qué puede salir mal? Pues para mi gusto, hay varios detalles que hacen que esta novela no me haya enganchado como suelen hacerlo. La ambientación está bien, pero el hecho de que los personajes tengan nombres raros me ha confundido.

Es una lectura de la que esperaba mucho más, pero algunos capítulos me han aburrido, aunque otros me han mantenido alerta. Cuando las muertes se empiezan a acumular, ha sido fácil saber quien los estaba cometiendo.

Las relaciones entre los familiares son de los más interesantes, si os gusta todo lo que huela a Egipto tanto como a mí, os recomiendo la lectura.

Habrá quien se sorprenda (no quienes estamos haciendo el reto egipcio, porque ya lo han leído varios participantes), pero sí, Agatha Christie escribió un libro ambientado en el Antiguo Egipto. Que yo sepa solo escribió esta novela histórica, todas las demás están ambientadas en el siglo XX en la época en que fueron escritas.

Imhotep es un sacerdote del ka, una figura que recibía como legado tierras de un difunto a cargo de cuidar su tumba y realizar ofrendas en ciertos días del año para el descanso de su alma. En su casa habita toda su familia, que son los que también trabajan sus tierras y dependen para todo de la función que Imhotep cumple como sacerdote (todas sus tierras, ganado, madera, lino y cebada proceden del legado del sepulcro que cuida). Por un lado están sus dos hijos varones mayores (Yahmose, casado con Satipy, y Sobek, casado con Kait); uno es tímido, reservado, trabajador y apocado cuando se trata de enfrentarse a su padre; el otro es impulsivo, bocazas, engreído y cree que merece mucho más reconocimiento del que tiene. Luego está Ipy, el hijo menor de Imhotep, un adolescente mimado que sabe que puede hacer lo que quiera con su padre y se aprovecha de ello. Además a la casa acaba de llegar Renisenb, la única hija de Imhotep, que a pesar de su juventud acaba de quedarse viuda tras un matrimonio de ocho años. En esta casa también vive la madre de Imhotep, Esa, una anciana de armas tomar a la que no se le escapa nada y que es mucho más inteligente que su hijo; Hori, el escriba de Imhotep, que le lleva las finanzas y la administración de todas sus propiedades; y Henet, una sirvienta a la que casi todos desprecian y que disfruta yendo de acá para allá con chismorreos sembrando la discordia. Entre los dos hermanos mayores y el padre hay tensiones a cuenta de la rigidez con la que Imhotep controla todo (piensa que solo él sabe hacer las cosas bien), y la actitud de sus esposas, sobre todo de Satipy, no ayuda en nada. Cuando Imhotep vuelve de un viaje con Nofret, una hermosa y joven concubina que tendrá que vivir con resto de la familia, la tensión aumenta exponencialmente. Nofret no ayuda, su actitud es maliciosa y malintencionada. ¿Resultado? Pues que empieza a morir gente. Mucha gente. Y ni las ofrendas a los dioses y los muertos servirán para detener a quien está detrás de esos asesinatos.

Me ha quedado un poco larga, pero es que tenía que nombrar al menos a cada uno de los personajes involucrados. Agatha explica en una nota antes de comenzar la lectura que la historia está ambientada en Tebas hacia el año 2000 a.C., así que por situarnos estaríamos en la época conocida como Imperio Medio, aunque ella misma explica que tanto el lugar como la fecha darían un poco igual si no fuese porque el argumento y algunos personajes están inspirados en unas cartas halladas en una tumba cerca de Luxor en las que un tal Hekanakhte se quejaba a sus familiares por el trato que le daban a su concubina... qué contenían esas cartas exactamente para inspirar una escabechina como la que hay en este libro se me escapa, pero sus motivos tendría :) También especifica que para los títulos de los capítulos ha usado el calendario agrícola de aquellos tiempos: inundación (de finales de julio a finales de noviembre); invierno (de finales de noviembre a finales de marzo); y verano (de finales de marzo a finales de julio). Haciendo entonces cálculos, esta novela transcurre más o menos (días arriba o abajo) entre mediados de septiembre y mediados de mayo, un periodo de unos ocho meses, que también debe ser de los más largos usados por la autora en cualquiera de sus otros libros.

Os decía arriba que esta es la única novela histórica escrita por la autora, pero también es conocida por ser una de las que más asesinatos contiene. Ya os digo arriba que es una escabechina, y suele compararse el número de cadáveres de esta historia con el de Diez negritos/Y no quedó ninguno, pero no os voy a decir la cantidad exacta que si no pierde la gracia. Pero vamos, que estéis preparados para que muera hasta el chacal que aúlla en la colina :) Nunca había leído esta novela (no me preguntéis por qué, ni idea... se me debió escapar en su día), pero lo cierto es que he adivinado la identidad de la persona culpable con bastante antelación. Son ya muchos los libros leídos de la Christie y yo creo que llega un punto que la ves venir tanto a ella como a sus pistas, pero realmente no importa, disfrutas de la lectura igualmente porque siempre tienen esa cosilla de ¿y si me la está colando y estoy yendo por donde ella quiere, que no es por donde debería ir?

Otra curiosidad de la novela (que no es tan curiosidad, sino simplemente concordancia con el periodo elegido para ambientar correctamente la historia) es que, por razones evidentes, no existía la figura del detective ni tan siquiera la de un cuerpo de policía profesional (sí que había una especie de funcionarios que actuaban de modo local o en determinadas circunstancias, o mercenarios vigilando las tumbas, pero ese es un tema muy largo como para tratarlo aquí), con lo que la investigación, si puede llamarse de esa manera, tienen que hacerla los propios miembros de la familia. Y la llamo investigación por no llamarla simplemente intercambio soslayado de opiniones o sospechas que deriva en una eliminación pura y dura según van cayendo como moscas, porque poco más es hasta cierto momento en el que Agatha tira de la nostalgia por Poirot y hace una especie de reunión con todos los que todavía viven y entre los que se encuentra el asesino, pero solo como manera de acelerar los acontecimiento y en ningún caso como una exposición sobre los hechos, las pistas y la identificación del culpable, que es lo que hubiese hecho el bueno de Hercules en sus tracas finales.

Por ir terminando con las peculiaridades de esta novela, está considerada como la primera novela larga en la historia de la literatura en combinar la narración histórica y una trama whodunit o detectivesca, lo que luego llegaría a conocerse como misterio histórico, que hoy en día está más que asentado y es muy popular entre los lectores (por no irme muy lejos, el otro día os hablé de El enigma del gato grande, que pertenece a este subgénero). Hay ejemplos anteriores de principios del siglo XX pero son historias cortas o relatos. Vamos, que la Christie se propuso hacer historia desde el momento en que se sentó a escribir su primera novela y no paró a lo largo de los años.

¿Más cositas? El estilo de Agatha Christie en esta historia, porque cambia radicalmente para adaptarse a la cadencia propia de las narraciones ambientadas en el Antiguo Egipto. Quienes hayáis leído novelas históricas situadas en ese periodo sabréis a qué me refiero, ese rimo tan peculiar que parece querer imitar la escritura jeroglífica que, cuando es leída en voz alta, tiene un componente simbólico y alegórico muy importante. Que sigue siendo igual de fácil de leer que cualquiera de ss novelas, no os asustéis, pero en ciertos aspectos está escrita de manera distinta y la historia en sí misma se lee diferente a sus novelas contemporáneas. Es complicado de explicar pero lo entenderéis si en algún momento os acercáis a ella. El caso es que no se acomoda calcando su estilo tal cual lo usaba habitualmente limitándose a cambiar el marco temporal y ya, sino que se ajusta a él, lo asimila e intenta reproducirlo dentro de las posibilidades que ofrece una novela de este tipo, y es de agradecer. La reconstrucción de lo que era la vida en aquella época es vívida y semeja realista (se nota que a estas alturas ya sabía muy bien de lo que hablaba) y algunos de los personajes, como la abuela Esa, son simplemente magníficos.

Según los agradecimientos que aparecen en el libro, la idea de escribir La venganza de Nofret se la dio un tal profesor Glanville, quien al parecer fue de mucha ayuda durante todo el proceso de creación y documentación, proporcionándole información sobre cómo era el día a día en un hogar egipcio de hace cuatro mil años . ¿Y quién era ese tal Glanville? Pues nada menos que Stephen Glanville, historiador y eminente egiptólogo que ocupó la cátedra de Arqueología y Filología Egipcias en el University College de Londres tras jubilarse el insigne Flinders Petrie en 1935 (por cierto, Glenville estaba casado con una tal Ethel Mary Chubb, que nada tiene que ver con la Mary Chubb de Aquí vivió Nefertiti, pero no me diréis que no es sorprendente la coincidencia). Venga, otra curiosidad antes de terminar: al parecer el final original de la obra no es el que podemos leer actualmente, sino que Glanville instó a Agatha a que lo cambiase (desconozco las razones), cosa que ella hizo, aunque se dice que después se arrepintió. ¿Cuál sería el final original de la novela? A saber...

Mucho rollo, mucho rollo, pero no os he contado nada del misterio, los personajes o la propia trama en sí. Nada nuevo bajo el sol cuando os hablo de un libro de Agatha Christie. Solo puedo deciros que es un muy buen libro, con muchos asesinatos, con la cadencia típica de una ambientación en el Antiguo Egipto y que está muy bien documentado. Ni lo recomiendo ni lo dejo de recomendar (hace tiempo que decidí dejar de hacerlo con casi cualquier libro), pero yo lo he disfrutado mucho y me ha sorprendido para bien.
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Imhotep, sacerdote de Tebas en el 2000 a.c., regresa a la casa familiar con una nueva concubina, Nofret. Entre los hijos de Imhotep no será demasiado bien recibida, lo que terminará desencadenando una serie de catástrofes más allá de lo esperado.
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Este libro me ha sorprendido mucho, ya que no leí la sinopsis y lo que esperaba era una especie de Muerte en el Nilo. Sin embargo no solo se aleja mucho de eso, sino también de la esencia general de la autora. Nos tiene acostumbrados a la Inglaterra de principios del siglos XX, pero esta historia ocurre integramente en el Antiguo Egipto de principio a fin.
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No se va a convertir en mi favorito de la autora, pero incluso saliéndose de lo habitual y reconociendo poco su pluma, Agatha nunca decepciona.

Empiezo con Ágata Christie por esta novela de misterio ambientada en el antiguo Egipto. Para mi sin duda un acierto.

Aquí se mezcla la impecable historia documentada de la vida y la muerte en Egipto con un auténtico thriller negro perfectamente actual que no te deja respirar hasta el final.

Imhotep es un sacerdote de Tebas que trabaja duro para mantener a sus cuatro hijos, esposas y descendencia.

Un día al volver de uno de sus viajes de trabajo, presenta a su nueva concubina, Nofret.
Una mujer hermosa que, sin embargo, no desea compartir su vida con tantas personas…

Sin duda, este es el principio del final.

Cuando el cuerpo de Nofret aparece tirado a los pies de un acantilado todos empiezan a cambiar…
Y nadie está a salvo en una familia donde todos sospechan de todos y ya existe un mal acechando en su interior.

No es el primer libro de la colección de Agatha Christie que no tiene ni a Poirot ni a Marple como protagonistas que leo, pero es el primero que me ha fascinado de principio a fin. A excepción de un par de detalles que no le restan ni una estrella.

El sacerdote de Tebas, Imhotep, lleva a su concubina, Nofret, a casa, pero su lengua viperina y sus malas artes la pondrán en el punto de mira de todos sus hijos. Por eso cuando un día aparece muerta a los pies del acantilado se miran unos a otros y el miedo se instala entre ellos, cosas extrañas sucederán desde ese día, la venganza de Nofret está servida.

Lo más complejo para mí han sido los nombres y el lenguaje empleado, no estoy acostumbrada a relatos ambientados en el Egipto del año 2000 a, de C. Y obviando que a veces confundía a los hermanos he disfrutado mucho con esta historia de espíritus y dioses vengativos.

Está claro que la reina del crimen no necesita un detective para seguir la pista del culpable ni huellas dactilares o colillas mal apagadas, en este caso una abuela y un escriba serán suficientes. Y es que ya lo dice el refrán, "Más sabe el diablo por viejo que por diablo".
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Agatha Christie se convirtió, hace ya tiempo, en una de esas autoras que me gusta leer y a las que recurro cuando tengo un bloqueo lector o simplemente me apetece leer una novela que sé que me va a gustar.

Teniendo tantas obras, siempre es lógico que unas nos gusten más que otras, pero hasta el momento ninguna de las novelas que he leído de la autora me han decepcionado. al contrario: he estado enganchada a cada una, queriendo averiguar la verdad antes de que se desvelase.

Con La venganza de Nofret, Agatha Christie nos muestra su pasión por Egipto, ambientando la novela en el 2000 a.C. en un escenario bello pero lleno de secretos.

Como siempre sucede en las obras de Christie, la ambientación y la narración tienen un aspecto muy importante. Cada uno de los personajes está construido con mimo y posee cualidades y defectos que resultarán importantes en la obra y a la hora de desentrañar el misterio.

Si bien es cierto que la dialéctica y las divagaciones de los personajes a veces pueden ralentizar el desarrollo de la trama, al final no se hace pesada ya que la autora nunca hace obras demasiado largas ni fuerza la trama hasta límites que resulten aburridos. Siempre sabe de qué modo engañar al lector y cómo hacerle dudar de todo.

La trama de esta novela va a centrarse en la familia del sacerdote del ka Imhotep. Hay intrigas familiares y celos, especialmente cuando aparece Nofret, la nueva concubina de Imhotep, que hará que la verdadera personalidad de cada integrante de la familia salga a la luz, y que tratará de hacer de la vida en la finca un infierno para todos menos para ella.

Cuando Nofret es asesinada, los crímenes comienzan a sucederse uno tras otro. Mientras que la superstición alcanzará a la mayoría, tres personas tratarán de descubrir la verdad, buscando entre los vivos en vez de entre los muertos: Esa, Renisenb y Hori.
Para mí, estos tres personajes son los claros protagonistas de la obra y también los que más me han gustado.

Si bien Renisenb es la única de la que no se sospecha en ningún momento, no parece especialmente avispada. Ella trata de aprender y mejorar, pero se ve gran simpleza a la hora de expresarse y de comprender lo que Esa (su abuela) y Hori (escriba y administrador de la finca) tratan de decirle.
Se agradece ver una evolución en ella y cómo poco a poco va despertando, pero la inmadurez está patente hasta el final.

Las claras antagonistas de esta obra serían Nofret y Henet (criada de Imhotep). Si bien Nofret es inocente puesto que resulta la primera víctima, la hipocresía de Henet hará dudar de todo.
Henet claramente odia a la familia, pero no tenía motivos para odiar a Nofret, ya que se convirtió en su mayor aliada. Por tanto, ¿habrá sido ella la que ha tomado la decisión de destruir a la familia de Imhotep o hay alguien más que sale ganando con todo esto?

Nuevamente he disfrutado muchísimo leyendo una novela que me ha resultado corta, entretenida y me ha supuesto todo un reto. Una historia que deja un claro mensaje y que critica el odio y la envidia, que corrompen hasta el más tranquilo de los corazones.

En esta ocasión Agatha nos trae un libro diferente. En lugar de su ambientación habitual en el Reino Unido nos traslada al Antiguo Egipto, un contexto totalmente nuevo. Este cambio me pareció muy llamativo y aunque en un principio me resultó muy raro leer una historia suya en este ambiente, al poco tiempo me acostumbré y me gustó mucho. Además creo que ha captado muy bien la ambientación, creencias y esencia de esta época.

En cuanto a la historia, tenemos una al estilo "Diez Negritos", con un grupo de personas, muertes misteriosas y ningún detective que se haga cargo de ellas. Son los propios personajes implicados quienes harán hipótesis e intentarán saber quién es el culpable, desconfiando los unos de los otros. Esto me ha gustado mucho porque te hace analizar mucho mejor a los personajes y desconfiar de todos y cada uno de ellos. Agatha es una experta en crear todo tipo de perfiles y de personajes variopintos y oscuros. Una vez más no he adivinado al culpable, a pesar de sospechar prácticamente de todo ser viviente en la historia, jaja.

Además, este libro refleja muy bien pensamientos de la época (algunos me han escandalizado pero, claro, es el Antiguo Egipto) y sobre todo tiene grandes reflexiones sobre la vida y la muerte, el miedo, el crecimiento, la madurez, la familia y las relaciones. Hay un personaje en concreto cuyas frases me han encantado.

Resumiendo, "La venganza de Nofret" no es de los libros más conocidos de Agatha Christie pero vale muchísimo la pena. Un nuevo contexto para una historia de rencillas familiares, misterio, sospechas y, como no, asesinatos.

Desconocía que Agatha Christie hubiese escrito una novela ambientada en el antiguo Egipto. al principio puede ser un poco confuso con tantos nombres raros y que la trama comienza hablando de la vida de esa familia egipcia. Pero a medida que avanza la historia te das cuenta de que realmente la forma de contar el asesinato sigue siendo Agatha y se reconoce el estilo. de todas formas se me queda algo flojo al no tener ninguno de los protagonistas habituales encargados de resolver el misterio.

Reniseb regresa a su hogar paterno tras la muerte de su marido. Todo de tuerce cuando Nofret, la nueva concubina de Imhotep aparece muerta en un acantilado.

La venganza de Nofret es un libro totalmente diferente al resto de la autora. Se sitúa antes del siglo XX en Egipto. al inicio, da una breve explicación del contexto histórico, me ha parecido muy interesante y acertado. No encontramos a Poirot ni a Miss Marple.

Cuando me enteré de la existencia de la novela, sabía que tenía que leerla pues todo lo que esté relacionado con Egipto me fascina.

Con la muerte de Nofret, se desatará entre la familia de Imhotep una lucha entre herencia, odio, rencor. En este libro la autora me ha hecho sufrir hasta sus últimas páginas, mientras lo leía, me imaginé todo tipo de hipótesis. Nunca logré adivinar el desenlace!

Por eso cada vez, la autora se convierte en una de mis favoritas, siempre recurro a ella cuando quiero algo que me atrape. Y es que leer a Agatha, es mantenerte en tensión constante. No puedes soltar el libro hasta sus últimas páginas.

En esta ocasión, eche de menos más descripciones de lugares de Egipto, pero en general muy recomendable.