Si bien tenemos ante nosotros una buena recopilación solvente y prácticamente conclusiva, me ha faltado en todo momento un cierto algo que me haga disfrutar por completo de la lectura. El dibujo no está mal, y abundan las páginas dobles... ¡en vertical! (es decir, que tienes que girar el libro para leerlas), y el titán loco muestra una vez más su personalidad ególatra y absolutista, en un buen diseño de personaje. La historia discurre sin más pena ni gloria, hasta el punto en que cuando lo terminas... ya te has olvidado de ella. Un buen cómic para echar el rato, pero poco más. |