Eso es la vejez, ser precavido, asistir a los entierros de los que no lo han sido y aferrarse a la vida aunque esta duela en el corazón.
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Eso es la vejez, ser precavido, asistir a los entierros de los que no lo han sido y aferrarse a la vida aunque esta duela en el corazón.
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La guerra jamás termina cuando se dice, el odio que la alienta es una mala hierba que no deja de crecer
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El tiempo. Esa bendita fábula humana, y sin embargo condena universal.
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Con los años había aprendido que nuestras principales limitaciones son aquellas que se agazapan en los miedos y no en las carencias físicas.
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El cine, hijo, el cine es la más grande y bella mentira. Todos aceptamos que nos engañen con una historia bien contada que nos lleven a lugares inexistentes que nos hagan soñar con besos irreales... depositamos nuestra fe en las palabras de un vaquero, un detective o una mujer fatal que desaparece de nuestras vidas en cuánto regresa la luz a las salas. Es son duda la mentira más aceptada, ¿no crees?
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Vivía en un mundo de hombres autoritarios, deprimidos y ausentes. Un mundo en el que solo las mujeres eran capaces de gestionar la miseria que ellos habían provocado. Ser soltera, viuda o una mujer abandonada en el nombre de una bandera perdedora te convertía en objeto de escarnios, abusos y chascarrillos. La sociedad no estaba preparada para aceptar a mujeres que no estuvieran subordinadas a un hombre.
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Mi padre y mi abuela me enseñaron que el único modo de evitar que una vida perra se convierta en una mala vida consiste en creer que mañana todo será mejor.
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Y pensar que en cada boca existe una lista de besos pendientes.
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En el silencio de una madre el amor siempre vence a la verdad. Porque es justo ahí, en esa mudez preñada de miedos y anhelos, donde hallará el lugar en el que se permite soñar, el refugio en el que protegerse de las tinieblas, alentar una infancia podada y encajar los años arrebatados por una guerra.
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Pero cómo contarle a tu esposa que son las manos que ya no la acarician las que ayudan a esa bestia a ejecutar sus fantasías más retorcidas. Que los ojos que la evitan son testigos de aquellas atrocidades que jamás confesará. Cómo contarle que una vez al día se le extravía la sonrisa mientras lucha por no llorar.
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¿Quién es el autor/la autora de Episodios Nacionales?