Éramos la sal del mar

La trama suena muy bien y muy interesante pero no he logrado conectar con la historia, es cierto que la autora plasma de maravilla la ambientación, una atmosfera de un pequeño pueblo costero canadiense.
LA joven Catherine Day llega desde Monreal al remoto pueblo pesquero de Caplan en busca de su madre biológica, los habitantes del pueblo no la van ayudar mucho, y además aparece una mujer muerta, atrapada en una red de pesca, la mujer que resulta ser su madre.
El policía del pueblo, Morales será el encargado de investigar esta muerte, un personaje que me ha resultado insoportable y un poco chiflado con sus historias conyugales.
La trama gira principalmente en torno a la pesca y el mar, además de la madre muerta, que navegaba sola, pero que no se sabe nada de ella aun siendo el tema central de la historia. Los personajes son en la mayoría muy superficiales.
Esta historia esta ambientada en 2007 y que el libro se publicó bastante más tarde, asique las costumbres han cambiado, es verdad que hay términos que es normal que lo usen las personas mayores (como la mayoría de los personajes), pero no una chica de 30 años.
Sin contar con eso, los personajes me han resultado muy pesados, tienen un “dialecto” peculiar, unas expresiones curiosas que pueden parecer divertidas al principio pero cuando se repiten tanto tantísimo en 250 paginas al final acaba cansando y no cuadra nada.
El final no me ha parecido nada creíble y ha sido bastante surrealista. Una historia corta que se lee en dos tardes, pero que me ha costado conectar tanto con los personajes como con la historia.