Pequeños placeres

No me digas que este libro no grita “verano”.
 
‘Pequeños placeres' nos traslada a Londres (y alrededores) en 1957 para contarnos la historia de Jean Swinney (a quien vas a amar, te lo digo desde ya).
 
Una mujer de casi cuarenta años que trabaja como redactora en un periódico local y apenas hace vida social porque tiene a su cargo a su anciana madre, quien no le pide poca atención. Así, aunque tampoco es que este triste, Jean vive absorta en una rutina donde apenas tiene tiempo para ella.
 
Todo comienza a cambiar cuando el periódico recibe una (como poco) sorprendente carta donde una mujer afirma haber sido madre por concepción virginal (sin participación de un hombre, vaya). Y al tratarse de un “tema femenino” (recordemos que estamos en los 50's), le encasquetan a Jean, la única redactora mujer, la tarea de investigar si se trata de una broma, un milagro o un engaño.
 
Sin embargo, las pesquisas de Jean se verán alteradas cuando empieza a trabar amistad con la familia en cuestión: Gretchen (sujeto principal de la investigación), su marido Howard (quien conoce y cree la historia de su mujer) y la hija de Gretchen, Margaret. Se da una de esos curiosos casos en vida donde hay una conexión tal, que todo lo demás pierde importancia. Juntos, se ayudarán mutuamente mucho más de lo que imaginan, aunque… ¿qué pasara cuando la verdad, sea la que sea, salga a la luz?
 
Una novela luminosa, llena de toques de humor y momentos cotidianos. A través de esta historia de época, Claire Chambers consigue despertar reflexiones que atañen a nuestra vida actual. Un libro que consigue engañarte con su aparente ligereza, puesto que esconde giros que te dejan con la boca abierta y un misterio genial. El detalle que me ha parecido el broche de oro es que la historia parta de dos hechos reales, pero no os diré cuáles.
 
Me ha encantado, de verdad. Sonrisas y lágrimas, protagonista inolvidable, ambientación estupenda, amistad, amor y misterio. ¿Qué más queréis?
 
¡A leer, amiguis!

Con la ola de calor que estamos pasando podrán imaginarse la poca motivación que he tenido para coger un libro. Aún así, y contra todo pronóstico, ayer devoré las páginas que me quedaban de este pequeñín. La historia se puso tan interesante que hubo un momento en el que no lo pude soltar y en un abrir y cerrar de ojos, ¡llegué al final!

Pero bueno, mejor dejo de irme por las ramas y les explico un poquito de qué trata la historia, ¿no? Jean es redactora de crónicas y reportajes en un periódico local. A punto de cumplir los 40, lleva una vida muy austera y malhumorada: ha perdido la fe en el amor y vive por y para su madre, con la que convive muy a su pesar. Pero su vida cambia cuando una joven suiza, Gretchen Tilbury, contacta con el periódico afirmando que su hija es fruto de una concepción virginal. Jean se zambulle de lleno en el caso y en el proceso crea una estrecha relación con Gretchen, su marido, Howard, y su encantadora hija, Margaret. Sin embargo, este sorprendente caso la llevará a desempolvar secretos que parecían estar bien escondidos y a indagar en el pasado de Gretchen, que es más oscuro de lo que parece.

Tengo que decirlo porque si no reviento: ¡menudo libro! Puede que al principio parezca que la historia va a un ritmo demasiado pausado, pero no se desesperen; el salseo llega tarde o temprano. La historia se va cociendo a fuego lento y creo que es algo que la autora hace adrede para que te familiarices con los personajes. Conoces sus anhelos, sus frustraciones, cómo se desenvuelven ante la vida… Me ha parecido una historia que se pone más interesante según avanzas, de una manera muy gradual, y termina de una forma redonda. No queda ni un solo cabo suelto, todo está hilado de una forma maravillosa.

Uno de mis libros favoritos es «Tomates verdes fritos» y la pluma de la autora me ha recordado mucho a la de Fannie Flag, lo cual casa muy bien con la época en la que transcurre la historia. A parte de la trama principal, la autora también nos hace partícipes de algunos acontecimientos y problemas sociales que ocurrieron en Gran Bretaña en esa época. Consigues meterte mucho más en la historia y en lo que a mí respecta, percibí su narración de una forma más visual. Vamos, que podía imaginarme ciertas escenas y asociarlas a imágenes perfectamente.

Por favor, anímense a leerlo. Además, creo que es un libro ideal para leerlo en verano y llevarlo a la playita.

¡Te imaginas una historia sobre una concepción virginal en plenos años 50! Eso es lo que nos trae #pequeñosplaceres de Clare Chambers. 😲
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Jean Swinney, una redactora de un periódico local, se ve envuelta en una intriga inesperada cuando Gretchen Tilbury contacta con el periódico afirmando que su hija es fruto de una concepción virginal. ¿Un milagro o un engaño? Jean toma el desafío de investigar esta misteriosa historia. Y, desde el momento uno, ¡me enganchó por completo! No solo quería descubrir cómo se resolvería el enigma, sino que el tono cozy y elegante que envuelve la narrativa me atrapó. 🤩
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La protagonista, Jean, es encantadora y muy humana. Su vida ha pasado por momentos difíciles, lo que la hace tan real y cercana. Su relación con su madre y el peso de las responsabilidades están retratados de manera maravillosa. Y los demás personajes, ¡son fascinantes! Cada uno tiene sus misterios y secretos, lo que los hace únicos y te mantiene intrigado hasta el final. 🤔
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La historia va ganando fuerza a medida que avanzas, dejándote con un buen sabor de boca al cerrar sus páginas. ¡Totalmente recomendada para estos días de verano! Ideal para disfrutar a la sombra de una sombrilla en la playa. 🏖️

Pequeños placeres es como su nombre bien indica, una gozada de novela. Fresca, ligera y muy veraniega, esta historia es de las que os arrancará sonrisas y os dejará un poso de felicidad lectora.

Jean Swinney, periodista a punto de cumplir los 40, condiciona su vida al cuidado de una madre enferma y a su trabajo en el periódico local. Su vacía y en cierto punto amargada vida, dará un giro radical cuando se cruce con Gretchen Tilbury, una mujer que asegura que su hija es fruto de una concepción virginal. A partir de aquí, la vida de estas dos mujeres se entremezclará en una avalancha de vivencias y sentimientos siempre a la sombra de unos extraños hechos que las colocan constantemente al filo de su relación.

Ficción con cierta base en hechos reales, la novela es tremendamente semicircular, un cuadro costumbrista del Londres de los años 50, que nos llevará de la mano de Jean, por la felicidad de la cotidianidad del día a día. Un canto a la vida sencilla, a la amistad y al valor de los pequeños detalles. Llena de ternura y muy feel good, cargada de inteligentes toques de humor inglés y con una protagonista femenina que os encandilará y enamorará, esta historia os dejará el corazón blandito, pero cuidado no os pille desprevenidos, porque al igual que la vida misma, a veces hay un injusto precio que pagar por cada pequeño rastro de felicidad.

1957, en las afueras de Londres. Jean Swinney es redactora de crónicas y reportajes en un periódico local, está desengañada en el amor y, a punto de cumplir los cuarenta, lleva una vida limitada con su malhumorada y demandante madre. Cuando una joven suiza, Gretchen Tilbury, contacta con el periódico afirmando que su hija es fruto de una concepción virginal, le corresponde a Jean descubrir si se trata de un milagro o de un fraude. Sin embargo, cuanto más indaga sobre el tema, más se entrelaza su existencia (de una manera extraña, aunque no desagradable) con la vida de los Tilbury: la propia Gretchen, su marido, Howard, y su encantadora hija Margaret.
Este libro fue uno de los seleccionados para la LongList de los Women Booker Prize en el año 2021 y ¡no me extraña!. Es un libro en el que la acción se cuece a fuego lento, en el que se cuentan cotidianidades de nuestros protagonistas y que cuando te quieres dar cuenta estás metida de lleno en la historia no puedes dejar de leer.
Es una novela con una protagonista femenina que nos conquista según avanza la trama, llena de detalles y que trata temas delicados sobre todo para la época en la que se ambienta.
Una novela muy recomendable. Estoy deseando seguir leyendo a la autora.