Como siempre digo, los libros son almas, y tras cada encuentro, nace un nuevo sentimiento. O por lo menos así debería de ser. Hay libros que vienen a nosotros y nos aportan un estremecimiento más dulce o un fuerte enamoramiento. Otros, por el contrario, nos obligamos a leerlos y su recuerdo se queda estancada en nuestro interior como algo difuso. Pero hay otros libros que nos aportan conocimiento y, en este caso, una maravillosa sensación al leerlos. así ha sido con este libro, todo un descubrimiento que me ha ayudado a entenderme mejor y a conocerme más.
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