¡Cuánto más evolucionados que nosotros fueron los inventores del fuego!
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¡Cuánto más evolucionados que nosotros fueron los inventores del fuego!
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Tal vez toda esa higiene de no esperar sea un poco ridícula. No esperar de la vida para no arriesgarla; darse por muerto, para no morir.
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Asimismo, no es imposible que toda ausencia sea, definitivamente, espacial... En una parte o en otra estarán, sin duda, la imagen, el contacto, la voz, de los que ya no viven (nada se pierde... ).
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Hoy, en esta isla, ha ocurrido un milagro: el verano se adelanto.
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Acostumbrado a ver una vida que se repite, encuentro la mía irreparablemente casual. Los propósitos de enmienda son vanos: yo no tengo próxima vez, cada momento es único, distinto, y muchos se pierden en los descuidos.
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Ya no estoy muerto: estoy enamorado.
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Creo, sin rebelión, que la obra no debiera perderme, si puedo criticarla. Para un ser omnisapiente, yo no soy el hombre que ese jardín hace temer. Sin embargo, lo he creado.
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Anoche, por centésima vez, me dormí en esta isla vacía....Viendo los edificios pensaba lo que habría costado traer esas piedras, lo fácil que hubiera sido levantar un horno de ladrillos. Me dormí tarde y la música y los gritos me despertaron a la madrugada. La vida de fugitivo me aligeró el sueño: estoy seguro de que no ha llegado ningún barco, ningún aeroplano, ningún dirigible. Sin embargo, de un momento a otro, en esta pesada noche de verano, los pajonales de la colina se han cubierto de gente que baila, que pasea y que se baña en la pileta, como veraneantes instalados desde hace tiempo en Los Teques o en Marienbad.
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Novela de ciencia ficción, escrita por Richard Matheson, en 1975 se titula: "En algún lugar del _________"