El punto de partida de este libro es una boda. La boda de Ami. Una boda que gracias a la suerte en los sorteos que tiene Ami, apenas ha gastado dinero en ella. Y no solo ha ganado el catering y un sin fin de cosas más, además ha ganado una luna de miel de ensueño. Pero la verdadera protagonista no es Ami, sino su hermana Olive. Olive adora a su hermana, pero en su fuero interno, no deja de comparar su vida a la de su hermana. Y siente que toda la suerte que tiene Ami, le falta a ella. Llega el momento, se celebra la boda, están disfrutando del banquete y algo ocurre. Casi la totalidad de los invitados, termina intoxicado. Pero Olive, no. ¿Será que su suerte está cambiando? ¿Qué ocurrirá con el viaje de novios? ¿Si decide aprovechar el viaje, quien la acompañará?
Lo mejor sin duda, los tira y afloja entre Olive y Ethan. Me encantan las novelas en las que los protagonistas tienen un toma y daca verbal continuo. Porque en el fondo uno no discute con otra persona, si esa persona le es indiferente. También me gusta leer sobre esas familias numerosas, ruidosas, que te pueden dejar en ridículo, pero que al mismo tiempo, no tienes más que descolgar el teléfono para recibir apoyo y ayuda de manera incondicional. Y si bien Ami no es la gemela protagonista, debo decir que me encanta cuando pone unos cuantos puntos sobre unas cuantas íes. El personaje de Olive me gusta, quizás porque no parece medio tonta como algunas de las últimas protagonistas que he leído, pero también porque es ingeniosa, se quiere a si misma y aunque a veces parece que no quiere terminar de asumir que en la vida pueden pasar cosas por azar, pero que no hay que dejar de trabajar por lo que uno quiere. Ethan me gustó desde el primer intercambio de palabras con Olive y sí, no es perfecto, pero quien lo es?
Si os gustan las comedias románticas, con un toque de drama, habéis llegado al sitio correcto. Os la recomiendo.
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