Cada página de este compendio de historias recolectadas por Carla Berrocal es desde luego un ejercicio artístico de talento. Me ha encantado disfrutar de tantos estilos, tantas versiones visuales de la historia en tan pocas páginas. Como dice ella misma, esta es una historia no solo para ser leída sino también mirada, escuchada, olida, palpada y gustada. Y os aseguro que si teníais ganas de salir de este libro conociendo algo del folklore chileno, misión cumplida. |