Un domingo en Ville-d´Avray

Empezaré contando que es la historia de dos hermanas , una vive en París, otra en un lugar o pueblecito , cerca . Se ven los días típicos, Navidad , cumpleaños, sus maridos son diferentes y ellas también. El carácter de las dos lo formaran en la infancia, esa etapa tan importante donde todo empieza a tomar forma , la que más tarde definirá gran parte de nuestra vida.

La magia del libro es que tienes dos formas de leerlo , como un relato intimista, familiar , o como detrás de cada persona se esconde una parte de uno mismo distinta , menos convencional , o al revés , más bien convencional, mas conservadora de lo que realmente aparentamos , ¿pero que parte es la que realmente queremos ser? ¿ nos gustan las dos? ¿ forzamos para ser lo que los demás quieren que seamos? ¿ renunciamos al yo más oculto?

" Tiene miedo de no ir "bien" ¿por qué? , me pregunto; padece una indecisión enfermiza."

Una mujer visita a su hermana en Ville-d'Avray. Sus vidas han seguido caminos muy distintos y han perdido la complicidad de su niñez, pero ese domingo al atardecer, en el jardín, resurgirán inesperadamente las confidencias; su hermana le contará la breve e inquietante relación que tuvo con un desconocido, todavía presente en su pensamiento pese a los años transcurridos. "

Una novela breve y delicada en la que no pasa nada tremendamente interesante pero que te hace pensar si nuestra vida es la que esperábamos, si estamos satisfechos con ella o si la aparente perfección de la vida de los demás es real o sólo conocemos lo que nos quieren mostrar.

Una historia sencilla, rápida de leer y muy entretenida. Una historia que a pesar de su aparente ligereza me ha inquietado y me ha parecido llena de nostalgia y en ocasiones de tristeza.
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No me resulta fácil reseñar mi última lectura y es que, en poco más de cien páginas, Dominique Barbéris dice tanto y plantea tantas cuestiones sobre las que reflexionar que no sé por dónde empezar.

Un domingo cualquiera, una joven profesora parisina decide visitar a su hermana en Ville D'Avray, zona residencial cercana a París. Los años las han distanciado, ambas han seguido caminos diferentes y han acabado perdiendo la complicidad que tenían de niñas.

Sin embargo, los domingos, especialmente los de otoño, remueven por dentro y aquella tarde, arropada por las sombras de su jardín, Claire Marie confiesa a su hermana pequeña algo que no ha contado a nadie más.

Con reminiscencias de la propia Madame Bovary, Barbéris nos habla de la insatisfacción femenina, la importancia de la literatura en la construcción de los sueños y las relaciones familiares, haciendo que nos planteemos si de verdad conocemos a las mujeres de nuestra vida. ¿Es que acaso todo el mundo guarda un secreto o tal vez no somos capaces de verlas más allá de los roles que tienen asignados (madres, hermanas o hijas)?

En definitiva, una lectura deliciosa cuajada de imágenes, olores e incluso sonidos que hacen que sientas que estás en los escenarios en los que transcurren los hechos: los jardines, los estanques, las estaciones de tren...El paisaje envolvente es, casi, un personaje más.

La recomiendo mucho, especialmente a los que gustan de historias intimistas elegantemente contadas.

Un domingo como otro cualquiera una mujer va a ver a su hermana, casi por compromiso, la visita de rigor con cualquier conversación banal, pasar un rato tranquilo y vuelta a casa. Pero a veces la memoria se despierta y los planes cambian. Llevan un tiempo algo distantes pero el momento se presta a confidencias y entre recuerdos y anécdotas de la infancia van surgiendo temas cada vez más íntimos y profundos hasta llegar a una confesión secreta, algo que nunca nadie ha sabido y que, de forma inesperada y sin saber bien cómo, sale ahora.

Con una narración tranquila y sosegada, como el propio domingo y el pueblecito a las afueras de París en el que vive una de ellas, el diálogo entre las dos hermanas va deslizándose entre reflexiones sobre su vida actual, la rutina, la monotonía, las expectativas, los secretos que guardamos y las mentiras. ¿Hasta qué punto conocemos realmente a los que están a nuestro alrededor, a nuestra propia familia? ¿Son realmente como pensamos?

Una historia sencilla, sosegada, con una atmósfera íntima, que se lee muy bien, y además en dos ratitos, que me ha gustado. Perfecta para una tarde de domingo otoñal. Yo no conocía a esta autora pero me ha dejado con ganas de leer algo más de ella.

¿ℚ𝕦𝕚𝕖́𝕟 𝕟𝕠𝕤 𝕔𝕠𝕟𝕠𝕔𝕖 𝕕𝕖 𝕧𝕖𝕣𝕒𝕤? ℂ𝕠𝕟𝕥𝕒𝕞𝕠𝕤 𝕥𝕒𝕟 𝕡𝕠𝕔𝕒𝕤 𝕔𝕠𝕤𝕒𝕤, 𝕪 𝕞𝕖𝕟𝕥𝕚𝕞𝕠𝕤 𝕤𝕠𝕓𝕣𝕖 𝕔𝕒𝕤𝕚 𝕥𝕠𝕕𝕠. ¿ℚ𝕦𝕚𝕖́𝕟 𝕤𝕒𝕓𝕖 𝕝𝕒 𝕧𝕖𝕣𝕕𝕒𝕕?

En esta novelette, la autora nos lleva de viaje una tarde de domingo, desde el cosmopolita Paris, a la tranquilidad de un pueblo de los alrededores, en el que vive la hermana de la narradora. Los recuerdos de la infancia se entremezclan con la realidad actual de las vidas de las dos mujeres, tan diferentes ahora, hasta que la anfitriona le confiesa un secreto guardado hace años, de algo que pudo ser y no fue, sin que llegue a quedar claro si hubo algo más que lo que sus labios verbalizan, si aún se guarda algo que no quiere contar.

“𝘼𝙦𝙪𝙚𝙡𝙡𝙖 𝙚𝙧𝙖, 𝙢𝙚 𝙙𝙚𝙘𝙞́𝙖 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙢𝙞𝙨 𝙖𝙙𝙚𝙣𝙩𝙧𝙤𝙨, 𝙖 𝙛𝙞𝙣 𝙙𝙚 𝙘𝙪𝙚𝙣𝙩𝙖𝙨, 𝙩𝙤𝙙𝙖 𝙇𝙖 𝙋𝙖𝙯 𝙦𝙪𝙚 𝙖 𝙫𝙚𝙘𝙚𝙨, 𝙚𝙣 𝙘𝙞𝙚𝙧𝙩𝙤𝙨 𝙢𝙤𝙢𝙚𝙣𝙩𝙤𝙨, 𝙥𝙪𝙚𝙙𝙚 𝙪𝙣𝙖 𝙚𝙭𝙩𝙧𝙖𝙚𝙧 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙫𝙞𝙙𝙖, 𝙚𝙨𝙖 𝙥𝙖𝙯 𝙛𝙧𝙖́𝙜𝙞𝙡, 𝙩𝙖𝙣 𝙥𝙧𝙤𝙫𝙞𝙨𝙞𝙤𝙣𝙖𝙡 𝙦𝙪𝙚 𝙙𝙖 𝙢𝙞𝙚𝙙𝙤 𝙥𝙚𝙧𝙙𝙚𝙧𝙡𝙖, 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙨𝙖𝙗𝙤𝙧𝙚𝙖𝙢𝙤𝙨, 𝙖𝙡𝙜𝙪𝙣𝙖𝙨 𝙣𝙤𝙘𝙝𝙚𝙨, 𝙪𝙣𝙖 𝙨𝙚𝙣𝙨𝙖𝙘𝙞𝙤́𝙣 𝙥𝙪𝙣𝙯𝙖𝙣𝙩𝙚, 𝙞𝙣𝙩𝙚𝙣𝙨𝙖: 𝙪𝙣 𝙩𝙞𝙚𝙢𝙥𝙤 𝙘𝙤𝙢𝙤 𝙙𝙚𝙩𝙚𝙣𝙞𝙙𝙤, 𝙪𝙣 𝙛𝙞𝙣𝙖𝙡 𝙙𝙚 𝙫𝙚𝙧𝙖𝙣𝙤, 𝙪𝙣𝙖 𝙩𝙧𝙚𝙜𝙪𝙖, 𝙪𝙣 𝙧𝙪𝙞𝙙𝙤 𝙙𝙚 𝙫𝙤𝙘𝙚𝙨 𝙚𝙣 𝙪𝙣 𝙟𝙖𝙧𝙙𝙞́𝙣, 𝙪𝙣𝙖 𝙡𝙖́𝙢𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙚𝙣𝙘𝙚𝙣𝙙𝙞𝙙𝙖 𝙚𝙣 𝙪𝙣𝙖 𝙫𝙚𝙣𝙩𝙖𝙣𝙖.”

Intimidad, miedos, anhelos ocultos, ilusiones perdidas vagan por el relato hasta hacer que la narradora acabe preguntándose también a sí misma: “¿𝘼 𝙦𝙪𝙞𝙚́𝙣 𝙚𝙨𝙥𝙚𝙧𝙤, 𝙩𝙖𝙢𝙗𝙞𝙚́𝙣 𝙮𝙤? ¿𝙌𝙪𝙞𝙚́𝙣 𝙝𝙖 𝙡𝙡𝙚𝙜𝙖𝙙𝙤 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙢𝙞́?”

¿Lo habéis leído? ¿Os ha gustado?

« Los domingos una piensa en la vida» posiblemente esto hizo que nuestra protagonista se dirigiera hacia la casa de su hermana en Ville - d'Avray, una zona residencial de casas anodinas con jardines, una zona de absoluta tranquilidad que hace que se sienta relajada tras salir de la bulliciosa ciudad, allí recuerda momentos de su infancia mientras pasa la tarde charlando con su hermana.

«Nadie tiene una infancia normal, supongo» esto pensó mientras la charla con su hermana iba transcurriendo durante la tarde y ella recordaba cómo eran de pequeñas, como fantasean con un romance con un hombre tenebroso, de nariz grande, con al edad de su padre al más puro estilo señor Rochester, como suele pasar en las etapas de la vida, vamos creciendo y terminamos mutando, pero nuestra protagonista empieza a pensar si su hermana ( con una vida sencilla, lineal, con un marido y una hija viviendo en una zona residencial) ha llegado a salir de esa etapa Rochester, sobre todo, cuando le cuenta una serie de sucesos que le ha pasado y del que no había hecho constancia a nadie sobre el asunto, hasta ahora.

Sin duda esta lectura me ha sorprendido gratamente, la recomiendo mucho como lectura para en este momento donde las tardes son largas, la brisa es tibia y puedes disfrutar. Realmente es una lectura corta pero condensa muchas cosas como la sensación de insatisfacción, de sentirse atrapada en una vida lineal, el guardar secretos para uno mismo...

¿Le habrá pasado de verdad lo que le cuenta su hermana a nuestra protagonista o será fruto de su inagotable imaginación?

«¿Quién nos conoce de veras? Contamos tan pocas cosas, y mentimos sobre casi todo»

👉🏼 ¿ Creen que todos guardamos algún secreto para nosotros mismos? 🌝✨

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Un domingo en Ville - d'Avray (Dominique Barbéris)

Nos encontramos con una novela breve pero intensa, de las que te dejan poso.

En París, dos hermanas, cada una con su vida y con una relación distante. Mantienen una tarde de confidencias en el jardín Y Claire Marie, con su aparente vida perfecta y su matrimonio feliz decide contarle a su hermana una misteriosa historia de su pasado que ha mantenido en secreto durante muchos años y que a pesar del tiempo no ha conseguido olvidarla.

Una historia llena de silencios, secretos y misterios, de ilusiones perdidas y de tristeza.

Una lectura ligera, sencilla y entretenida, que te mantiene en vilo y te inquieta en muchos momentos. Lo único malo es que se me ha quedado un poquito corta.

A su favor diré que, por lo breve que es, apenas tardé menos de dos horas en leerla y que está muy bien escrita y bien ambientada, pero realmente no cuenta nada y, lo que podría ser de interés, te deja con más preguntas que respuestas.
No es el tipo de lectura que consumo, pero es que ni siquiera tiene algún paraje memorable, que es lo que se busca en este tipo de literatura en la que lo más emocionante que ocurre aquí son las quedadas furtivas sin que lleguen muy lejos de Marie Claire con un cliente rarito de la consulta médica de su marido que parece un acosador, y todo esto narrado a través de la voz de la hermana, que es quien va a verla a su casa de Villa-d'Avray. En realidad, al final, te das cuenta de que apenas cuenta nada. No hay giros ni sorpresas, es una trama muy plana sin sobresaltos.