Amor en juego

Me da mucha pena pero este libro no ha sido para nada lo que esperaba. La autora me tenía acostumbrada a unas historias geniales, románticas de esas que no podías soltar, pero esta me ha decepcionado bastante.
No es una historia que atrape, no me ha gustado nada la protagonista, es que no la entendía para nada. Él puede ser todo lo gruñón que quieras, pero ella es bastante simple y cabezota.
Por una metedura de pata en el trabajo, Adalyn debe viajar a un pueblito perdido en las montañas de Carolina del Norte para sacar adelante un equipo de futbol infantil femenino. Ella es la típica chica de ciudad que no sabe lo que es la ropa de abrigo o las botas de montaña y se empeña en ir con tacones a todas partes, además no sabe pedir ayuda, (no la soporto).
Y allí se encuentra con Cameron Caldani, uno de los porteros más famosos del mundo, que parece que se está ocultando del mundo, mientras intenta entrenar como voluntario forzoso al equipo de futbol de las Green Warriors.
Él, como personaje está bien, pero no me aporta tampoco nada nuevo.
Creo que el mejor momento es el de la cabra, no digo más.
La historia es entretenida pero nada memorable. Además el final parece abierto a un segundo libro en el que los protagonistas románticos serían unos secundarios de este, no se yo....

Cuando pensaba que Elena Armas no podía superarse, os digo: LO HA VUELTO A HACER. Y lo digo en mayúsculas porque su último libro me ha enamorado todavía más de su pluma. Para mi ya os digo que ES la reina de la comedia romántica 💖

Mi tropo favorito es el #EnemyToLovers y si a eso le sumamos un #SlowBurn y un #SportRomance, tenemos ni más ni menos que la última novela publicada de Elena Armas.

La protagonista de esta historia, Adalyn, encarna la perfección y el control, hasta que un impulso inesperado la lleva a convertirse en un fenómeno viral. Su vida da un vuelco de 180 grados cuando es enviada al pequeño pueblo de Green Oaks para alejarse del escándalo y entrenar a un equipo de fútbol infantil.

La trama se centra en la superación personal, en las segundas oportunidades y la capacidad de perdonarse a uno mismo. Adalyn, junto con Cameron, el entrenador, nos enseñan que el camino hacia la redención está lleno de tropiezos, pero sobre todo, de amor.

He empatizado muchísimo con todos sus personajes, pero especialmente con Adalyn y su afán de tenerlo todo bajo control. ¿Mi personaje favorito es Cameron Caldani? Evidentemente, y más teniendo en cuenta que es un británico con raíces italianas 😍

Os recomiendo muchísimo esta lectura, mi corazón se ha quedado en Green Oaks 💚

Aquí llego yo con mi “hate” en todo lo alto y siendo, como siempre, la nota discordante entre tanta reseña de 5 estrellas, pero es que no hay por donde coger esta historia, en serio, no. Este libro está escrito a la carrera, sin la misma pasión que los anteriores y, por momentos, hasta parece otra persona la que está detrás de sus páginas.

Los dos libros anteriores de Elena Armas me gustaron mucho, me reí, disfruté, me hicieron suspirar y me entretuvieron muchísimo. Cuando leí la sinopsis de este pensé, pueblo pequeño, protagonistas gruñones y una historia “enemies to lovers”, esto solo puede ser éxito, pero no, al menos para mí no lo ha sido.

Para empezar los personajes, Cameron se deja ver algo más y aunque su personalidad es algo compleja y no acabas de entender bien sus motivos para comportarse de determinadas maneras, bueno, es algo más llevable. ¿Pero Adalyn? Madre mía que personaje más insoportable. Además de su bipolaridad, es brusca sin motivos (incluso con niños), egocéntrica a ratos, presume de frialdad, pero luego a la primera de cambio se hunde en la miseria y anda siempre con un aire de superioridad que no hay quién la aguante. Una cosa tremenda.

Luego están los secundarios que la mayoría de las veces más que ayudar, estorban y que cuando tendrían que haberme aportado algo como lectora, aunque fuera información, lo único que han conseguido es que pusiera los ojos en blanco.

La trama, muy manida, pero que bien llevada es un éxito en este caso se queda a medio camino de todo. Y, además, hay algo que me ha sacado de quicio especialmente y es que la autora acaba los capítulos como muy bruscamente. Pasan cosas que esperas que se desarrollen más y cuando pasas la página es otro día y no sabes ni cómo, ni porqué ha acabado la acción anterior. Un caos total.

Así que con este libro la autora no me ha conquistado, ni mucho menos. No quita que la siga leyendo, dependiendo todo de por dónde vaya el siguiente libro que, aunque nos deja pinceladas de quienes van a ser los protagonistas ahora mismo necesito espacio y tiempo para olvidar este despropósito y tener ganas de volver a aventurarme con otra historia de Elena Armas.

En este libro vamos a conocer a Adalyn, una trabajadora del equipo de fútbol Miami Flame que, tras un incidente con la queridísima mascota del equipo, será “desterrada” y enviada a Green Oak con la misión de sacar adelante el equipo de fútbol del pueblo. Lo que no esperaba era encontrarse con un grupo de niñas de nueve años, una cabra con ansiedad, un cobertizo ruinoso y a Cameron Caldani, una leyenda del fútbol que la volverá loca.

YO NECESITABA ESTE LIBRO JUSTO EN ESTOS MOMENTOS. Ha sido absolutamente maravilloso, de principio a fin. He disfrutado un montón de la historia de estos dos, viendo cómo sus sentimientos crecen, cómo el equipo infantil resurge, cómo es la estancia de ambos en ese peculiar pueblecito y conociendo más a fondo sus historias. No quiero decir más para no haceros spoilers, solo os pediré que lo leáis, porque os vais a enamorar desde la primera página. Es precioso, muy divertido y con toques picantes que le dan un punto especial a la historia.

Adalyn es una chica con carácter, decidida, implacable; y Cameron es un cascarrabias y serio, pero tierno y atento como el que más. Creo que tienen una química tan fuerte, que no me podría imaginar a alguno de ellos con ningún otro personaje que haya leído anteriormente. La tensión que había entre estos dos traspasaba las páginas.

Y no me quiero olvidar de todos los personajes secundarios, como son Josie, Maria y el resto de las niñas, los habitantes del pueblo… Es que hay un montón, pero os aseguro que os vais a enamorar de todos.

La pluma de Elena, como siempre, fantástica. A mí me enamoró con Farsa de amor a la española, me conquistó por completo con Experimento de amor en Nueva York, pero con este ya me tiene a sus pies.

En resumen, “Amor en juego” es un libro bonito, dulce, divertido y con puntos picantes que le dan un toque especial; un romance en un pequeño pueblo lleno de personajes tan peculiares que vas a querer tanto como a los dos protagonistas. Ojalá os animéis, porque creo que os puede enamorar.

Adalyn Reyes se ha enfocado en manejar a los Miami Flames, equipo del que la familia es dueña, pero un día en una fiesta, gracias a un comentario de su ex, pierde los estribos y golpea a la mascota del equipo, este evento es grabado y se vuelve viral, lo que hace que sea mandad a un pequeño pueblito a hacerse cargo del equipo infantil local, lo que no esperaba es que este pueblito era más chico de lo que esperaba y que hubiera reservado una cabaña toda olvidada y sucia, y que casualmente tendrá como vecino al gruñón Cameron Caldani, un ex portero y leyenda del futbol retirado, el comienzo entre ellos es desastroso, Cameron es gruñón y como buen ingles se la pasa maldiciendo, Adalyn casi lo atropella en su primer encuentro lo que causa mucho recelo en ambos, pero poco a poco irán tratándose mejor, ya que Cam es el entrenador del equipo local, que está compuesto por unas adorables niñas que no saben nada de futbol y que los ira acercando poco a poco.
Ambos tienen sus secretos que se develarán y que los harán irse acercando un poco más.
Pues es la típica historia en que se odian, pero luego se irán enamorando, con la tensión que tanto nos gusta, Cameron poco a poco nos ira derritiendo con su acento y su forma de ser y Adalyn ira soltando poco a poco todas las cadenas que antes la ataban.
Olvidaba mencionar al mejor amigo de Adalyn, que increíblemente no es gay, y que es fan de Cam, y lo más probable es que haya segunda parte y se trate de él.